El gobierno de Brasil recortó ayer su estimación de crecimiento económico para el 2014 a 1,8% desde 2,5%, una proyección que permanece por encima de las estimaciones de los economistas de una expansión menor al 1,0%.
El gobierno también elevó su estimación de inflación a 6,2% en 2014, desde una estimación previa de un 5,6%, según un reporte fiscal dado a conocer por el Ministerio de Planificación del país.
La economía de Brasil debería crecer sólo un 0,97% este año, según un sondeo semanal entre economistas del banco central.
Los ingresos fiscales extraordinarios deberían llegar a 27.000 millones de reales (US$ 12.220 millone) entre julio y diciembre, según el informe. El gobierno también recibirá 2.000 millones de reales extra de la petrolera estatal Petrobras por derechos de producción en algunas áreas de crudo subsal. Las partidas de ingresos extraordinarios han representado alrededor de un cuarto de todos los ingresos que el gobierno recaudó en lo que va del año, según datos oficiales.
El gobierno estima que los ingresos fiscales en el 2014 cayeron a 780.000 millones de reales desde los 784.000 millones del año anterior.
El Gobierno mantuvo sin cambios su meta de superávit primario de 99.000 millones de reales o el equivalente a 1,9% del PIB para 2014. Sin embargo, muchos economistas dicen que una fuerte desaceleración del crecimiento de ingresos fiscales y un mayor gasto público podrían comprometer ese objetivo este año.
El país marcó un déficit primario de 11.046 millones de reales en mayo, la mayor brecha registrada tras los 20.951 millones de reales anotados en diciembre del 2008. Seguido de cerca por los mercados financieros, el saldo presupuestario primario es un indicador clave para la calificación crediticia y solvencia del país. (Reuters)