Economía

El Woodstock del capitalismo: una noche de espera para ver a Warren Buffett

Se trata de la asamblea anual de accionistas de Berkshire Hathaway.

Por: Cronista, Argentina | Publicado: Martes 16 de mayo de 2017 a las 15:42 hrs.
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El 5 de mayo pasado se realizó en la ciudad de Omaha, el lugar de nacimiento de Warren Buffett en el estado de Nebraska, la asamblea anual de accionistas de Berkshire Hathaway.

Se trata del evento de inversiones más importante del mundo, donde 40.000 personas se hacen presentes y se lo conoce como el Woodstock del capitalismo.

El día previo hay una expo con las empresas de Buffett y al día siguiente de la conferencia hay una carrera de 5 kilómetros por la ciudad organizada por Brooks, otras de sus empresas.

A simple vista, la escena de la mega conferencia se asemeja a la de un concierto de rock en un estadio colmado, solo que enfrente se encuentran dos señores sentados detrás de una mesa, uno de 86 (Buffett) y otro de 93 años (Charlie Munger, su socio y vice-Chairman). El estadio queda distribuido como si fuera un concierto de rock. Ellos son conocidos por lograr un rendimiento de 2.000.000% a lo largo de 52 años al frente de esta compañía. Las acciones pasaron de valer US$$ 11,50 a US$ 250.000 durante este período.

Bill Gates también estuvo presente durante toda la reunión en la primera fila. Va siempre porque se transformó en uno de los amigos de Buffett desde hace 26 años, pero además porque es uno de los 12 directores de Berkshire. Uno de los temas a votar en esta reunión, fue la conformación del directorio para los próximos 12 meses, por tanto debieron votar su reelección. Mal no les fue: el año pasado el fondo rindió 17,85%, aunque en lo que va del año hasta hoy solo 0,45%. Invierte en Coca-Cola, Duracell, Walmart, American Express. Hace poco invirtió US$ 20.000 millones en Apple, e invirtió otros US$ 10.000 millones para comprar acciones de cuatro aerolíneas: American Airlines, Delta Airlines, United Continental y SouthWest Airlines.

Para poder ser parte de la reunión no hay ningún costo, pero está restringido a los accionistas de Berkshire. Para tener credencial de acceso, es necesario tener al menos una acción. Hay dos tipos de acciones: la de Clase A que vale US$ 245.000 cada una (es la acción más cara en el mercado de valores) y la de Clase B que vale US$ 165 cada una. Por lo tanto, con US$ 165 ya es posible conseguir acceso, pero hay que reservar con dos meses de anticipación.

La fila para entrar al estadio empieza a las 3 de la madrugada a la intemperie, ya que recién a las siete abre la puerta el estadio y a las 9.30 empieza la reunión que termina a las cuatro de la tarde, con un break de 12 a 13 para el almuerzo. Pero como nadie se quiere ir del asiento, venden la caja de comida desde el día anterior para que el inversor vaya listo para pasar el día en el estadio. La caja de comida sale US$ 15, es de Jason's Deli, trae un sandwich de pavo con agua y una cookie: todo en una caja de cartón tipo vianda.

Buffett es casi como una mega estrella de rock en el evento. Todo parece una fiesta, hasta que llega el momento de las preguntas. El clima se pone tenso. Buffett asume el rol de quien decide sobre el destino de la empresa en la que todos los presentes tienen acciones. Muchos de ellos tienen todo su patrimonio invertido ahí, por tanto su futuro depende del hombre a quien van a interrogar.

En cuanto a las preguntas, hay tres analistas de inversiones asignados para recibirlas de antemano. Los accionistas pueden empezar a mandarlas por mail desde varios meses antes. Cada analista selecciona el conjunto de preguntas más relevante de entre todas las que recibió.

Las primeras realizadas no fueron simples: "Dado que Berkshire es dueña de una de las principales aseguradoras de automóviles de Estados Unidos (Geico) y también uno de los principales ferrocarriles (BNSF), ¿cómo afectará la tecnología de los autos y camiones sin conductor a estas empresas?". Sin disimular su preocupación Buffett dijo: "Si eso prospera, será un beneficio para los consumidores, y dañará nuestras inversiones". No fue una respuesta complaciente. Más de uno quedó muy preocupado.

En respuesta a otra pregunta, confesó que uno de sus principales errores fue no haber invertido tempranamente en Google. Dijo: "Conocía a los fundadores y tenía oportunidad de preguntarles todo lo que necesitaba, pero no lo hice".

En el medio de la reunión hubo una pregunta lanzada directo al estómago: "Usted que es un hombre mayor, ¿cómo es posible que sea el principal accionista de Coca-Cola, que fabrica productos tóxicos para la salud de las personas?". Ahí el resto del estadio empezó a abuchear a la persona. Se generó un momento muy tenso. De hecho, los presentes se enteraron más tarde que durante la reunión había un grupo de manifestantes en la puerta del estadio repudiando la existencia misma de Coca. Sin embargo, Buffett contestó: "Cada lata de Coca tiene 1,2 onzas de azúcar. Usted puede ver que diferentes personas ingieren azúcares y calorías que vienen de todo tipo de cosas. Resulta que yo prefiero que mi azúcar y mis calorías vengan desde aquí, ya que es la bebida que más disfruto".

Pensar que el primer empleo de Buffett era de repartidor del diario Washington Post.

 

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