Draghi ve cada vez menos riesgos en la economía pero promete mantener estímulos
Se aleja la posibilidad de que la normalización monetaria comience en la próxima reunión de junio.
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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, reiteró ayer la necesidad de seguir implementando medidas de estímulo a la economía de la zona euro, con el objetivo de impulsar a la inflación, más allá de que el crecimiento de la región esté mostrando signos de mejoría.
“La recuperación económica se está haciendo cada vez más sólida y sigue abarcando cada vez más sectores y países (...) La confianza de los consumidores y las empresas ha subido a máximos de seis años, lo que apoya las expectativas de un fortalecimiento del crecimiento en los próximos meses”, afirmó el titular de la entidad financiera ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo en Bruselas.
Inflación débil
Draghi apoyó su tesis en que el crecimiento de los salarios sigue restringido y la inflación subyacente está débil, por lo que “el apoyo extraordinario sigue siendo necesario para que la inflación suba hacia el objetivo del 2% del BCE”.
Para ello, pidió colaboración a los gobiernos e instituciones de la UE para lograr la meta rápidamente.
“Los riesgos a la baja para el crecimiento están disminuyendo y algunos de los problemas que afrontábamos el año pasado han retrocedido considerablemente. El hecho de que el consumo doméstico y la inversión sean los principales motores de la recuperación la hace más robusta y resistente a los riesgos, que siguen relacionados con factores globales”, explicó.
Aún es muy pronto
Sin embargo, Draghi advirtió que todavía es muy pronto para cortar con los estímulos monetarios que han venido apoyando la recuperación: “La inflación subyacente permanece atenuada. Para que se fortalezcan las presiones de los precios a nivel doméstico seguimos necesitando condiciones de financiación muy expansivas, que dependen también en una cantidad bastante sustancial de expansión monetaria”, dijo.
Sus palabras golpearon las expectativas de los países más conservadores que han venido aumentando la presión sobre el funcionario para que empiece a planear el fin de su política de agresivas compras de bonos y tasas de interés negativas.
La mirada estaba puesta en un posible anuncio por parte del titular del BCE durante la reunión de política monetaria que el banco llevará a cabo el próximo 8 de junio, pero ahora deberán esperar un poco más.
“En la reunión de política monetaria de junio, el Consejo de Gobierno recibirá una actualización de las proyecciones de la plantilla y una información más completa para formular su juicio sobre la distribución de riesgos en torno al panorama más probable para el crecimiento y la inflación”, agregó Draghi.