Expertos desestiman eventual reformulación del erario 2014 tras cuestionamiento opositor
Una vez finalizado el proceso eleccionario, la nueva administración deberá evaluar si los recursos son suficientes para sacar adelante su programa.
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En plena discusión del Presupuesto 2014, el diputado y senador electo, Carlos Montes (PS), afirmó, a título personal, que se debería estudiar la posibilidad de reformular el erario del próximo año, debido a que los supuestos de crecimiento con los que se elaboró eran demasiado optimistas. Finalizado el proceso eleccionario que otorgó un amplio triunfo a Michelle Bachelet, los expertos revisaron la pertinencia de la iniciativa.
El Presupuesto 2014 fue elaborado con una estimación de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) 2014 de 4,9%, lo que incluso ha quedado bajo el rango que proyecta el Banco Central (entre 3,75% y 4,5%) y la mayoría de los economistas. Estos últimos han señalado que si se llegase a crecer sólo un 4% habría una merma de hasta US$ 1.000 millones en las arcas fiscales.
Como señalan los expertos, la única manera de hacer cambios en el Presupuesto, sería que el Ejecutivo envíe un nuevo proyecto de ley al Congreso. Sin embargo, recalcan que esta medida no es para nada recomendable y que establecería un pésimo precedente.
El ex subdirector de Racionalización y Función Pública de la Dirección de Presupuestos (Dipres), Enrique Paris, afirmó a DF que no comparte que se haga esta reformulación del presupuesto, ya que “generaría incertidumbre y habría que volver a discutir el presupuesto, ahora con un nuevo Parlamento”.
Adicionalmente, señaló que si bien el erario 2014 fue algo estrecho, el gobierno incluyó un Fondo de Libre Disponibilidad, el que puede ser ocupado para las primeras medidas que piensa implementar Bachelet.
“El presupuesto contempla un Fondo de Libre Disponibilidad, para que, en el caso de que no haya los recursos suficientes, el gobierno pueda ocupar estos recursos en los primeros días de su gobierno. De hecho ahí hay un componente de reformulación porque uno puede mover dineros a distintas partidas”, afirmó.
Finalmente, aunque reconoció que el supuesto de crecimiento 2014 con el que se creó el presupuesto era optimista, también afirmó que en el peor de los casos esto generaría un mayor déficit efectivo y que Chile tiene las condiciones para poder suplirlo mediante endeudamiento.
“La proyección de crecimiento 2014 si bien es optimista se hizo usando la información que se tenía en aquel entonces y lo único que produciría, de no alcanzarse tal crecimiento, es un mayor déficit efectivo, pero Chile está preparado para poder financiar a través de endeudamiento ese mayor déficit. Es decir, ni siquiera en ese escenario se justifica hacer una reformulación del presupuesto. En Chile nunca se ha hecho y creo que no es necesario”, concluyó.
Afectaría la Política Monetaria
De igual manera, el economista de Econsult RS, Gonzalo Sanhueza, agregó que de haber una reformulación del presupuesto se verían afectadas decisiones que ya han sido tomadas por el sector privado e incluso por el Banco Central.
“Yo creo que sería un mal precedente, porque el presupuesto de la nación guía las acciones, por una parte del Banco Central, o sea, los movimientos de tasa que estamos viendo hoy están basadas en ese presupuesto. Entonces si se aumenta el gasto público, probablemente el Banco Central no habría tenido que bajar la tasa de interés o tendría que incluso volver a subir la tasa de interés. Además, hay decisiones del sector privado que se basan en el presupuesto fiscal. El gasto fiscal es un determinante importante en el nivel de la tasa de interés, en el nivel del tipo de cambio que va a tener la economía y del crecimiento, entonces hay una serie de decisiones que se verían afectadas”, explicó.
En ese sentido, detalló que si bien se puede hacer una reformulación del nivel de gasto lo que no se podrá cambiar es el nivel de ingresos que tiene la economía. “Uno podría ajustar el nivel de gasto, pero los efectos tributarios los veríamos el año 2014, entonces quedaríamos un gasto fiscal mayor. Es decir, generaría un desequilibrio también en las cuentas fiscales”, añadió.
Por su parte, la economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Cecilia Cifuentes, coincidió con sus pares, señalando que incluso podría generar un problema de tiempos legislativos.
“Me parece que no sería recomendable, dado que es bastante la cantidad de proyectos que se pretende aprobar, entonces, partir por reformular el presupuesto no me parece que sería lo más apropiado”.
En ese sentido, aseguró que “de partida, habría que modificar la regla de responsabilidad social, porque el presupuesto se elabora en base a una ley que establece el nivel de déficit estructural que se puede tener y la ley está hecha en base a ese criterio”.
Con todo, recalcó que la medida tendría “efectos en la incertidumbre, efectos en la política monetaria y efectos en los tiempos legislativos. Es decir, sin lugar a dudas una medida como esa tiene más costos que beneficios”, concluyó.