Felipe Lamarca da un paso al costado del mundo empresarial y deja todos sus directorios
“Cumplí mi ciclo”, dijo el expresidente de la Sofofa. “Ahora estaré dedicado al campo, que siempre ha sido gran fuente de felicidad”, añadió el empresario.
- T+
- T-
Felipe Lamarca Claro (69 años) decidió dar un paso al costado y dejar el mundo empresarial. El expresidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) dice que cumplió su ciclo. Ayer, el empresario comunicó su decisión de no repostularse para ser miembro de la mesa directiva de la empresa Ripley, la cual presidió desde 2009.
“Cumplí mi ciclo empresarial. Dejé todos los directorios. Ahora estaré dedicado al campo, que siempre ha sido gran fuente de felicidad”, dijo el empresario.
En su carta de despedida del directorio de Ripley, en el que participó 15 años, señaló: “Ha sido un tiempo de enormes satisfacciones, en lo profesional y en lo humano. Un tiempo en el que tuve el privilegio de conocer personas con grandes capacidades y destacadas virtudes”.
Ingeniero comercial de la Universidad Católica, y pese a que no estudió en la Universidad de Chicago, es considerado miembro de los denominados Chicago Boys. Con sólo 27 años, fue director del Servicio de Impuestos Internos, cargo que ostentó entre 1978 y 1984.
Ahí persiguió la evasión tributaria y fue uno de los encargados de la renovación de la entidad. Sus logros en este sector lo llevaron al mundo privado, donde llegó a ser el presidente de uno de los grupos económicos más importantes del país, Copec. Por 20 años, lideró el holding ligado a la familia Angelini.
Luego, se sumó a una serie de directorios de compañías como Endesa y Graneles de Chile, entre otras. También fue vicepresidente de la Fundación Club Deportivo Universidad Católica.
La desigualdad
Entre sus cercanos dicen que es difícil encasillarlo políticamente. Sí reconocen su estilo: directo y sin pelos en la lengua. Ha declarado que votó por Hernán Büchi y, luego, por los candidatos de la Concertación Eduardo Frei, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y luego de nuevo por Frei en su fallido intento frente a Sebastián Piñera.
En 2009, publicó su libro “Las prisas pasan, las cagadas quedan”, donde varios de sus diagnósticos calzan con lo que se vive en el país tras el estallido social de octubre pasado. “La sociedad chilena está intranquila y descontenta. Aunque todos los indicadores dicen que a Chile le ha ido bien –e incluso muy bien–, la atmósfera que se respira en el país no es de gratitud ni tampoco de satisfacción”, escribió en un capítulo que tituló como La república del descontento.
También es suya la frase “Chile no va a cambiar mientras las elites no suelten la teta”, cuando acusó, a mediados de la década pasada, la complicidad entre las elites políticas y económicas para mantener el statu quo.
También son recordadas sus palabras en la inauguración del 8° Encuentro Empresarial del Sur en el año 2013. Ahí, Lamarca realizó una fuerte crítica al centralismo del país desde el punto de vista económico y político, argumentando que es precisamente la desigualdad el talón de Áquiles de la sociedad que ha generado una serie de protestas ciudadanas. Aquella ocasión también apuntó sus críticas al mundo empresarial, a quienes llamó a repartir de manera equitativa los ingresos.
Los candidatos para asumir la presidencia de Ripley
Un nuevo directorio para los próximos tres años eligió ayer Ripley Corp en su junta ordinaria de accionistas. La mesa directiva quedó integrada por Isabel Bravo, Sandra Porcile, Renato Ramírez, Laurence Golborne, Hernán Uribe, Michel Calderón, Andrés Calderón, Verónica Edwards y José Andrés Barriga.
Débora Calderón K. no logró los votos necesarios para estar entre las nueve personas que se elegían.
El nuevo presidente –luego que Felipe Lamarca decidiera no presentarse- será elegido en la próxima sesión de directorio de la compañía –controlada por la familia Calderón- a realizarse en mayo. Entre los candidatos mencionados para asumir el cargo figuran Laurence Golborne, Hernán Uribe y Verónica Edwards.
Dado el actual contexto generado por la pandemia, los actuales miembros del directorio decidieron renunciar al 50% de su dieta. Además, la junta de accionistas aprobó reducir el pago de dividendos al mínimo establecido por ley de 30% de las utilidades del ejercicio 2019, lo que implica una baja en relación al 40% entregado el año pasado.
"Desarrollamos un plan que nos permitiera enfrentar, con una visión de largo plazo, una crisis que no sabemos por cuánto tiempo se extenderá. Las decisiones tomadas en este plan apuntan a tener una gestión prudente, que permita asegurar la sustentabilidad de la compañía", explicó Hernán Uribe, quien presidió la junta.
Este plan contempla además, posponer temporalmente inversiones que se encuentran en una etapa inicial de su desarrollo, manteniendo solo aquellas estratégicas de continuidad operacional y desarrollo digital.