El presidente de la petrolera
hispano-argentina Repsol YPF, Antonio Brufau, confió hoy en poder
tomar durante 2009 una decisión definitiva sobre el proyecto gasista
iraní Persian LNG, que desarrolla junto a la anglo-holandesa Royal
Dutch Shell y la empresa estatal de Irán NIOC.
Shell y Repsol YPF firmaron a comienzos de 2007 un acuerdo
preliminar con las autoridades iraníes para poner en marcha el
Persian LNG, un plan que prevé el desarrollo de campos exploratorios
y dos trenes de licuefacción de gas, y fijaron el primer trimestre
de este año para tomar una decisión definitiva de inversión.
Sin embargo, el proyecto se ha encontrado con obstáculos técnicos
y geopolíticos, por la tensión entre EE.UU. e Irán a causa del
programa de desarrollo nuclear del país del golfo Pérsico.
El último escollo, de carácter técnico, ha obligado a las dos
petroleras a renegociar con las autoridades iraníes un cambio en los
bloques exploratorios inicialmente previstos.
En concreto, se trata de cambiar el bloque 13 del Pars Sur, que
prevé exploraciones en el mar (off-shore) y forma parte de un
yacimiento fronterizo compartido con Qatar, por la 20 ó 21, ya que
en el último año ha aumentado el coste de la inversión en el sector.
Según explicó hoy Brufau en la conferencia de prensa tras la
Convención de Directivos de la compañía, desde Qatar se está
extrayendo gas del mismo yacimiento, por lo que se ha decidido
cambiar de bloque, de acuerdo con el gobierno iraní.
"Continuamos con el proyecto. Lo vamos a hacer cuando toque y
cuando pueda, cuando la legislación y los mercados lo permitan",
zanjó.
Brufau aseguró que el Persian LNG cumple con la legislación
europea y no le afecta la de EE.UU., pero reconoció que "ciertos
inversores americanos" han hecho recomendaciones sobre lo
conflictivo del proyecto.
El año pasado el Gobierno de EE.UU. estudió si el acuerdo
preliminar de las petroleras en Irán para determinar si se ajustaba
o no a las leyes norteamericanas.