Tabacaleras en llamas: Beijing restringe sitios para fumadores

Una prohibición de fumar en lugares públicos entró en vigor en la capital de China ayer, con los dueños de los restaurantes sobresaltándose ante la idea de pagar una considerable multa por los clientes que insistan en encender un cigarrillo.

La ley utiliza la amenaza de multas de hasta 10.000 yuanes (US$ 1.600) en un intento por tener éxito donde los anteriores límites para fumadores fracasaron y captar a los propietarios de bares y restaurantes como ejecutores. El primer día, varios afirmaron que no deberían ser considerados responsables.

"Los propietarios no deben ser culpados", dijo Zhang Hongfei, que dirige una tienda en el centro de Beijing. "Cuando uno está tan ocupado, es imposible tener un ojo sobre cada cliente".

Las multas más altas podrían diferenciar la nueva ley de los dos intentos previos d e la ciudad en 1995 y 2008. En virtud de las normas que entraron en vigor el lunes, está prohibido fumar en todos los espacios públicos cerrados, así como en zonas al aire libre en escuelas y hospitales.

Con sus 300 millones de fumadores China -el principal productor y consumidor de tabaco del mundo- se enfrenta a una tarea de enormes proporciones en la reducción de las tasas de tabaquismo. Los crecientes costos de atención de la salud han empujado al gobierno a tomar medidas que también incluyen una tasa impositiva sobre los cigarrillos.

Las autoridades de Beijing esperan que los gerentes de los restaurantes complementen a los 1.100 inspectores que vigilarán a los 4,2 millones de fumadores de la ciudad, dijo Yu Xiuyan, investigador de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China.

Ingresos tributarios
El gobierno recibe miles de millones de yuanes en ingresos fiscales anuales de la industria.
La compañía estatal china Nacional Tobacco Corporation (CNTC) es lejos la primera tabacalera mundial, con una producción que triplica la de Philip Morris, su principal competidor.

Más allá de los límites de la ciudad, la aplicación de la prohibición en Beijing podría ofrecer importantes lecciones a nivel nacional, asegura la OMS.