Las grandes petroleras europeas han acelerado sus programas de venta de activos para poder seguir pagando dividendos a sus accionistas pese a la rebaja de precios del crudo. Yacimientos de hidrocarburos, oleoductos, gasolineras y refinerías figuran entre los negocios que quieren traspasar compañías como Shell, BP, Total, ENI y BG para obtener unos 80.000 millones de euros entre 2014 y 2016 (unos US$ 86.400 millones).
La "rotación" de activos no es nueva en la industria. Pero si antes se hacía por razones estratégicas, para enfocar la empresa hacia determinadas geografías, ahora es consecuencia de la situación financiera. Según Moody's, esas operaciones y el recorte de inversiones son necesarios para "cubrir el déficit en la generación de caja» del sector por el menor precio del petróleo. "(El grupo francés) Total es el que más depende de las ventas de activos en 2015 y 2016".
Se trata de unos apuros que ya vivió BP. El grupo británico se deshizo de activos por US$ 38.000 millones para afrontar el coste del desastre provocado por la explosión de una de sus plataformas petrolíferas en el Golfo de México en 2010. Pero mientras BP tuvo la relativa fortuna de realizar esas operaciones con un petróleo a más de US$ 100 por barril, ahora hay que vender negocios con el crudo a US$ 60.
Alastair Maxwell, co-director del área de energía de Goldman Sachs, indica que "es difícil vender activos de exploración y producción a buen precio en este entorno. Pero el sector tiene negocios menos dependientes del crudo como infraestructuras y filiales de refino y distribución de carburante, que atraen a fondos de inversión y firmas de trading de materias primas".
Shell, por ejemplo, sacó a Bolsa el año pasado sus oleoductos de Estados Unidos y vendió su refinería y gasolineras de Australia a Vitol. ENI estudia vender su división de gas y electricidad al no encontrar comprador para su 43% en Saipem, empresa contratista de las petroleras. Total podría desprenderse de algunas plantas químicas. Más difícil puede ser para BG la venta de pozos en el Mar del Norte y Brasil.
Pese a comprar Talisman Energy por US$ 8.300 millones de dlares, los analistas creen que Repsol está saneada por los ingresos del traspaso en 2014 de su negocio de gas licuado a Shell y por la compensación de YPF. Gracias a ello, "no le hace falta vender el 30% en Gas Natural". En su lugar, estima que Repsol podría lograr mil millones de dólares vendiendo activos de Talisman que no le interesan.