La Fórmula 1 está de vuelta. Este fin de semana los motores rugirán de nuevo en el circuito de Bahréin y lo hacen en un momento inmejorable para las finanzas del campeonato, como se refleja en sus resultados anuales. La categoría reina del automovilismo cerró 2022 con una facturación récord de US$ 2.560 millones, un 20% más que en 2021, ejercicio en el que ya se superaron los ingresos previos a la pandemia pese a que aún existían restricciones de aforo en los circuitos.
Precisamente la afluencia de público a las pistas fue otro dato positivo para el certamen, ya que creció un 36% respecto a 2019, hasta los 5,7 millones de personas. Esto no impacta directamente en los ingresos de la competición, ya que los trazados deben pagar una cifra pactada de antemano, independientemente de cómo evolucione la venta de entradas, pero fortalece la posición de la F1 a la hora de exigir más dinero a los países que quieran acoger eventos. El canon que abonan los grandes premios representa cerca del 29% de lo que el Mundial denomina "ingresos primarios", algo más de US$ 580 millones. Tan solo los derechos televisivos aportan más a la cuenta de resultados. En concreto, US$ 765 millones.
Por el lado del calendario llega una gran novedad. En noviembre se celebra una carrera nocturna en Las Vegas, lo que reafirma la apuesta por el mercado norteamericano.
Patrocinio
En lo que respecta a patrocinios, la F1 se embolsó US$ 355 millones de marcas como la petrolera Aramco, Amazon Web Services y Heineken. Un cambio de calado en este apartado ha sido la reciente entrada de Qatar Airways como aerolínea oficial del campeonato en sustitución de Emirates, cuya inversión estaba valorada en cerca de US$ 27 millones al año.
El Mundial ha ganado mucho atractivo para sus socios comerciales gracias a las redes sociales. El año pasado volvió a ser el deporte que más creció en TikTok o YouTube, al incrementar sus seguidores un 23%, hasta los 61 millones de usuarios.
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