Cuando el gigante del comercio electrónico chino Alibaba se apresta a concretar una apertura a bolsa récord en el mercado estadounidense, Washington está dando señales de un importante giro en su política oficial hacia China al denunciar por primera vez en forma activa a autoridades de ese país por prácticas de espionaje corporativo.
El gobierno estadounidense acusó ayer a cinco militares chinos de espionaje económico ligado al hackeo de empresas estadounidenses en sectores de energía nuclear, solar y metales.
La acusación presentada ayer en el tribunal de distrito de Pennsylvania acusa al gobierno chino de impulsar un gran esfuerzo para socavar la tecnología de Estados Unidos a través del ciber espionaje, robar empleos e innovaciones de compañías estadounidenses como United States Steel y Alcoa.
Aunque no fue mencionado explícitamente, el caso sobrevoló como una presencia incómoda sobre la conferencia Cisco Live 2014, donde la empresa tecnológica estadounidense reunió a miles de clientes, desarrolladores y medios en San Francisco para presentar sus nuevos productos, muchos de los cuales están enfocados en el concepto de la “Internet de todo”, que lleva aún más lejos la idea de la “Internet de las cosas” y como su nombre lo indica, lo extiende a todo, desde los aparatos eléctricos, hasta las redes sociales, las personas y las empresas, y que inevitablemente abre muchas interrogantes en materia de seguridad.
“Hay que estar siempre atentos porque esto no va desaparecer”, advirtió el ex vicepresidente y ahora presidente emérito de la compañía, John Morgridge, en la presentación inicial del evento con la prensa. “Yo lo vengo diciendo desde hace bastante tiempo. Este no es un fenómeno nuevo, lo nuevo es que el gobierno se esté involucrando en ello”.
Preocupación permanente
Para el ejecutivo que ocupó un lugar destacado en la consolidación de Cisco como una de las compañías líderes en el sector de las tecnologías de EEUU, esta seguirá siendo una preocupación central de las empresas a nivel global, que deberán cada vez más estar abiertas hacia los ambientes externos para monitorear lo que está ocurriendo y ser capaces de anticipar las potenciales violaciones a la seguridad.
“Cuando se empieza a hablar de la Internet de todo, se puede ver que esto, no sé si va a empeorar, pero tampoco va a mejorar de manera dramática. Es algo con lo que vamos a tener que lidiar. Si se quiere integrar todo, se tiene que estar preparado para lidiar con eso desde el punto de vista de la seguridad y eso no es fácil”, acotó.
Primera vez
Aunque se sabe que las autoridades chinas han permitido o incluso impulsado el espionaje de empresas extranjeras desde hace años, esta es la primera vez que Washington aborda el tema de manera más agresiva y directa.
La noticia llega, además, en momentos en que la imagen de Beijing está pasando por un punto bajo, con tensiones en las relaciones con sus vecinos por disputas territoriales, y cuando el propio gobierno estadounidense afronta creciente descontento por espiar a sus propios ciudadanos y a gobiernos aliados a través de la red.
Pero el gobierno estadounidense buscó darle un giro distinto a su ofensiva, con un rostro más humano, centrando sus denuncias en las pérdidas de empleos para las comunidades locales.