“(...) Por otra parte debo preguntarte, ¿cuál es tu propósito de crear infinitos problemas haciéndote el leso respecto de los e-mails que lees en tu computador ubicado en tu oficina o en tu Blackberry? He hecho todos los esfuerzos a fin de evitar los conflictos que insistes en buscar, y es más, en abultar aquellos por sobre los evidentes incumplimientos en el pago de las rentas de arrendamiento, en vez de solucionar y pagar las facturas morosas y sus intereses, y dar solución rápida y eficaz a la implementación de los acuerdos comerciales”.
Con este correo, enviado el pasado 4 de abril, minutos antes de la una de la madrugada, Francisco Javier Errázuriz le comunicaba a Álvaro Saieh, nuevo dueño de Unimarc, que recurriría a un árbitro para solucionar la diferencia comercial que hoy se ventila profusamente en los medios de comunicación.
El extracto de aquél correo, el cual será presentado como una prueba más por Errázuriz (junto con una serie de misivas enviadas entre ambos) al árbitro Ricardo Peralta en los próximos días, refleja la tensa relación entre estos dos empresarios que se declaraban respeto mutuo a mediados de diciembre, cuando se cerró la compra de Unimarc, en
US$ 154 millones.
Desde ese entonces mucho ha transcurrido: una demanda interpuesta por Errázuriz por el no pago de los arriendos de siete locales y el centro de distribución de Unimarc, según señala Errázuriz.
Y próximamente, la denuncia por parte del mismo contra Saieh, acusando el no pago total del valor de algunos inmuebles comprados en diciembre, a nombre de la Inmobiliaria y Constructora Nacional (Inconac).
La pugna por el 2%
El conflicto está al rojo. Por el lado de Alvaro Saieh, explican que se pagó la renta y que Errázuriz se negó a recibir el dinero, por lo cual se debió consignar la totalidad del arriendo de cuatro meses ante el 30° Juzgado Civil de Santiago. Ante esto, Errázuriz replica que sin conocer las ventas mensuales de Unimarc –cifra que alega no haber recibido- no puede efectuar ningún cobro.
¿Pero qué dicen los contratos? Según consta en los de arrendamiento a los cuales Diario Financiero tuvo acceso, en su artículo sexto se estipula que la renta -además de un componente fijo calculado en base a las ventas que reportó Unimarc (individualizado por cada local) durante 2006- tendrá una parte variable, que consiste en el 2% de las ventas del mes anterior del año en curso.
Para el ex propietario de Unimarc, a él le resulta imposible hacer cobro del arriendo ni mucho menos recibirlo, debido a que SMU –sociedad que controla la cadena de supermercados- no ha informado sus ventas mensuales correspondientes a 2008. Si fuera cierta su acusación, y amparado en el contrato de arrendamiento que firmaron ambas partes, la negación a entregar estas cifras, estipulado en el punto décimo, facultaría a Errázuriz a poner término a los acuerdos de arriendo, dejando a la dupla Saieh-Rendic sin algunas de las mejores ubicaciones: Tobalaba con Apoquindo, Vitacura, Gran Avenida, Manuel Montt, Viña del Mar, La Florida, Amunátegui y sin el centro de distribución de Renca, el único que tiene el nuevo grupo de retail en la Región Metropolitana.
Pero la sola posibilidad de no haber informado las ventas mensuales es negada tajantemente entre las filas de Alvaro Saieh. Según comentaron, “se ha dado estricto cumplimiento al contrato, lo que será debidamente probado ante el árbitro. Se le han informado (a Errázuriz) sobre las ventas mensuales, las que se calcularon de acuerdo a lo que se estipula en el contrato".
En el ya citado correo que Errázuriz le remitió al controlador de Corpbanca, se hace mención a que empleados del ex dueño de Unimarc asistieron a las oficinas en Renca de SMU a comienzos de abril y fueron impedidos de recabar información contable, lo cual a juicio de Errázuriz, sería una nueva violación al contrato de arriendo, artículo décimo tercero.
Según el ex senador, esto fue desconocido la tarde del 2 de abril, cuando a dos de sus funcionarios se les fue negada la entrada a SMU.
Sin embargo, el grupo Saieh-Rendic refuta lo anterior.
“La información ha estado a disposición del grupo Errázuriz siempre. De hecho, ejecutivos del grupo han estado en las oficinas de SMU revisándolas”, comentaron altas fuentes del nuevo actor del retail.
La mercadería de la discordia
Los reclamos por el pago del arriendo y “la entretención del público” (como catalogó el ex político a este episodio en uno de sus correos con Saieh) tendría el origen, según ha afirmado SMU, en la negativa de esta cadena de supermercados en recibir las mercaderías que Inversiones Errázuriz envía mensualmente, debido a la mala calidad de éstas.
Según el ex dueño de la supermercadista, la no recepción de las mercaderías se debe a que la dupla Saieh-Rendic logró, posterior al “acuerdo marco”, mejores condiciones con proveedoras como Agrosuper, con lo cual se violaría el capítulo cinco de dicho acuerdo. En éste, Alvaro Saieh se compromete a comprar por tres años, 450 mil UF a las firmas relacionadas con Errázuriz, más un monto adicional de otras 100 mil UF el primer año.
Ahora, ambas partes seguirán aportando antecedentes ante el árbitro. Errázuriz para conseguir sus locales de regreso y Saieh para mantener las mejores ubicaciones de su cadena.