Sernapesca da 10 días a Blumar para entregar propuesta detallada de cómo retirar peces muertos
Alicia Gallardo, directora nacional del organismo, reconoció que existen deficiencias en la normativa para fiscalizar temas ambientales.
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Tres importantes casos, en solo dos años, han sacudido la tranquilidad con que solía operar la industria pesquera y acuícola del país.
El escape de peces de Mowi -ex Marine Harvest- en 2018; la investigación judicial a la salmonera Nova Austral en 2019 -por entregar información no fidedigna respecto a la mortalidad de sus peces-; y el hundimiento de jaulas en Caicura de la empresa Blumar, hace poco más de un mes, han ocupado a la cartera del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapeca).
El primero de ellos, según recordó la directora nacional de la entidad, Alicia Gallardo, coincidió con su incorporación como timonel de la institución. A mediados de ese año, una fuga de salmones afectaba las jaulas del centro de cultivo ubicado en Isla Huar, de la firma noruega Mowi, debido a un fuerte temporal.
“Fue uno de los escapes más importantes del país. Estamos hablando de 700 mil peces”, señaló. Y es que, además, la firma no logró llegar al mínimo legal del 10% para la recapturación de peces, por lo que en su momento se realizó la denuncia por presunción de daño ambiental.
Aunque han pasado dos años, Gallardo dijo que en los próximos días la Superintendencia de Medio Ambiente publicará la multa contra la firma.
Revivir la historia
Este no ha sido el único caso emblemático del que ha sido partícipe. Este 27 de junio, revivió la historia, pero ahora con la salmonera Blumar.
De las 18 jaulas del centro, 16 quedaron en el fondo del mar, con unos 771.405 peces muertos, equivalentes al 88% de las especies. “Las jaulas se hundieron 295 metros (…) Estamos hablando de una súper estructura hundida; entendemos que nunca había pasado en el mundo”, señaló la autoridad. Además, consideró que la mortalidad de peces es un factor crítico para el medio ambiente.
Blumar presentó a la entidad, hace poco más de una semana, una propuesta de cómo pretendía retirar los restos y cuál sería su destino final. Sin embargo, no fue suficiente.
Sernapesca dio 10 días a la empresa para llegar con otro plan más concreto. “No quedamos satisfechos con lo que nos mandaron y pedimos que se certificara claramente cómo se iba a retirar la mortalidad, a dónde se iba a destinar y el tiempo de demora”, dijo.
A juicio de Gallardo, lo preocupante, es que aún no se sabe con exactitud el impacto de la mortalidad en el medio marino. Por ello, presentaron una denuncia a la Fiscalía para que investigue los hechos y el impacto real del escape de peces. De todas maneras, recalcó que la salmonera ha cumplido con todos los plazos que se la ha impuesto.
También adelantó que los eventos ambientales van a seguir ocurriendo y reconoció “que la normativa es muy débil”.
“Entonces, como fiscalizadores tenemos serios problemas para hacer cumplir la normativa y estamos trabajando con la Subsecretaría para el fortalecimiento de la norma de monitoreo ambiental 2.0”, concluyó.
Acción contra Nova Austral
Gallardo también realizó un balance de las implicancias que dejó la turbulenta investigación contra la salmonera Nova Austral en 2019, donde se hizo público que la empresa presentaba información no fidedigna a su regulador. Así, la entidad realizó una denuncia en tribunales que se dio a conocer hace unas semanas y que falló a su favor: Nova austral deberá pagar una multa de 3 mil UTM (unos 150 millones de pesos).
Sin embargo, Gallardo reconoció que están apelando a la suspensión, “por al menos de dos años” de un centro de cultivo de la salmonera que tenía información con más brechas de veracidad.