Firmas legales en el mundo ya reciben pagos en criptomonedas

La firma española especilizada en 'blockchain' desde este año acepta recibir parte de sus honorarios en criptomonedas. "Aunque no es muy habitual, en ocasiones los clientes nos preguntan si pueden pagar nuestro servicio de asesoramiento en criptoactivos y siempre obtienen el sí por respuesta. Ellos mismos eligen la 'stablecoin' para acabar con el problema de la volatilidad", dice Cristina Carrascosa, su fundadora. Además, el estudio trabaja en proyectos 'cripto' desde una fase muy temprana, lo que les permite analizar el potencial de los mismos de forma que,"cada abogado, de forma personal y voluntaria, puede invertir en aquellos que le resulten más interesantes".

Desde su concepción, Ambar, filial de Axiom en España, ha tratado de abordar el sector legal de un modo diferente. Por eso, la firma de servicios legales alternativos no ha dudado en iniciar una fase de exploración para poner en marcha su propio programa de criptomonedas. "Estamos empezando a diseñar un proyecto relacionado con nuestra propia divisa digital que irá enfocada a nuestra comunidad de socios. La iniciativa se encuentra en una fase de diseño", explica su socia codirectora, Rosa Espín.

Cuatrecasas fue pionero en nuestro país al lanzar Cuatrecasas Acelera, su propia aceleradora de 'legaltech', una iniciativa en la que el estudio acompaña a una serie de 'startups' para que saquen adelante sus proyectos. La aceleradora ya va por su sexta edición, pero desde la tercera las iniciativas que resultan ganadoras reciben un paquete de 80 tokens, equivalentes a 20 horas de asesoramiento. Cada ficha representa 15 minutos de dedicación con un abogado del despacho. Los tokens están basados en la tecnología 'blockchain' y usan contratos inteligentes para canjearlos por servicios legales. 

En julio de 2019, Gómez-Acebo & Pombo se convirtió en el primer despacho español en tener una criptodivisa propia. Los pombos, como así se llama esta moneda digital, cotizan en la red pública Stellar (similar a un mercado de valores o Bolsa virtual, pero diseñada a partir de tecnología 'blockchain'). De momento, su uso está circunscrito a la actividad probono e iniciativas de responsabilidad social que el bufete articula a través de la Fundación Fernando Pombo. Una vez que se adquieren los pombos, el comprador tiene que seleccionar el proyecto que desea financiar y, a través de un contrato inteligente, su aportación queda registrada y los tokens (unidad de moneda virtual) son transferidos al monedero virtual de cada una de las iniciativas sociales disponibles en el despacho en ese momento.

Toko. Así se llama la plataforma de tokenización dirigida a activos de alto valor que ha lanzado DLA Piper junto a Aldersgate DLS. El primer proyecto de Toko fue convertir una obra de arte creada por el artista chino Wang Xiao Bo en un activo digital, un NFT, por sus siglas en inglés. El proyecto se estructuró a medida como una oferta pública de valor no regulada a través de la plataforma con asesoramiento legal proporcionado por DLA Piper. Toko, además de servir para que artistas puedan digitalizar su obra, se puede usar para crear fracciones de cualquier activo, ya sea un fondo o una propiedad multimillonaria. Además, puede ayudar a los propietarios de activos a crear ofertas de productos únicas, mejorar la liquidez y proporcionar a los clientes acceso a un grupo más amplio de inversores.

Fisher Phillips es uno de los despachos de abogados laboralistas más grandes de EEUU. Con 33 sedes y más de 400 abogados en plantilla, el bufete ha sido uno de los últimos en sumarse al carro de las criptodivisas. En concreto, en julio de este año lanzó la suya propia, "una moneda que ponemos en manos de nuestros clientes para que puedan operar con ella y ofrecer condiciones salariales más justas a sus empleados", aclara Phillip C. Bauknight, socio de la firma y responsable de un proyecto que también aborda el asesoramiento en NFT y tecnología 'blockchain'. "Se introduce a través de la divisa digital, pero puede ser bueno para los empleados si sus empresas comienzan a entender el 'blockchain' como una manera de blindar cláusulas en sus contratos con 'smart contract", asegura Bauknight.

En julio de 2018, Bowmans, un bufete de abogados sudafricano, lanzó su propia criptomoneda, BowMoney. Respaldado por la tecnología 'blockchain' y apoyado en etherum, la criptodivisa de la firma tiene como objetivo remunerar a sus empleados en Kenia, Tanzania, Uganda y Sudáfrica con una divisa cuyo valor sea más estable y fluctúe menos que las de curso oficial en los países africanos donde tiene sede este innovador despacho. Además, Bowmans utiliza este sistema como método para que sus abogados reconozcan su trabajo entre ellos. "Lo harán transfiriendo BowMoney, el 'token' de valor de la cadena de bloques privada de la empresa, de un empleado a otro a través de un frente web fácil de usar", asegura Alan Keep, socio director de Bowmans e impulsor de la iniciativa.