Molymet unifica marcas de operaciones a nivel mundial y estudia replicar su modelo en otros metales
Tras subir en 12,8% sus volúmenes de venta en 2020 y concluir un proceso de definición de su propósito, la firma se apresta a realizar proyectos como la reducción de las emisiones en la planta de Nos.
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Un año de cambios selló Molymet pese al impacto global provocado por la pandemia. La compañía multinacional con base en Chile -que lidera la producción mundial de renio y tiene capacidad para procesar aproximadamente el 35% del molibdeno a nivel global- definió en 2020 su propósito, abrió paso a la renovación de la marca, siguió impulsando sus proyectos y logró resultados positivos.
A mediados de 2019, Molymet -que cuenta con plantas en Chile, México, Bélgica y Alemania- comenzó un proceso para definir el propósito de la compañía a partir de un trabajo que contó con la participación de unos 300 colaboradores durante un año.
En paralelo, la firma buscó comunicar y concretar estos objetivos abriendo paso a la renovación de la marca para actualizarla a los nuevos tiempos. Como parte de ese proceso, sus filiales de Bélgica y Alemania cambiaron sus nombres pasando a denominarse “Molymet Belgium” (ex Sadaci) y “Molymet Germany” (ex Chemiemetall), manteniendo su foco de productos y servicios.
El presidente ejecutivo de la empresa, John Graell, explica que este cambio es “una simplificación que, al mismo tiempo, saca partido a la marca, porque cuando tienes una participación de un tercio del mundo o la mitad del mundo occidental, es mejor tener una sola marca y poderosa como es Molymet”.
Este proceso tiene como precedente, dice, el importante crecimiento de la firma logrado por la vía de adquisiciones en los últimos 25 años.
La planificación estratégica de la compañía también conjugó el trabajo impulsado en materia de sustentabilidad. En noviembre pasado ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental la declaración de impacto de su proyecto de modernización de la planta de Nos, en la comuna de San Bernardo, que contempla inversiones por US$ 59 millones en una primera etapa. Este plan permitirá reducir las emisiones de SO2 en niveles de 40% respecto a la emisión actual autorizada anual.
El proceso de planificación habría influido -indica el ejecutivo- en los buenos resultados obtenidos el año pasado en un escenario complejo. Si bien la pandemia no implicó “mayores impactos en la producción y funcionamiento normal de la compañía”, Graell señala que sí incidió en las inversiones. Por ejemplo, en Bélgica tienen una iniciativa en torno a US$ 60 millones prácticamente terminada para aumentar la fabricación de productos de mayor valor agregado, pero su entrada en operación se ha visto complicada por la escasez de mano de obra.
Por esto, el desafío en este ámbito está en poner en marcha esta última iniciativa e iniciar la construcción del proyecto en Nos, a lo que se suma el análisis de otras iniciativas en fase de estudio.
“Siempre estamos tratando de replicar este modelo de negocios exitoso en los últimos 45 años, que en el fondo consiste en tomar un elemento, en este caso el molibdeno, y agregarle valor en Chile o en los países donde estemos instalados”. En este sentido, puntualiza que “lo que estamos estudiando es ver si este modelo de negocios lo podemos replicar en otros metales”.
En 2020, Molymet aumentó en 12,8% el volumen de ventas, un récord que la consolidó entre los principales actores mundiales en molibdeno. Sobre esta base, Graell prevé que 2021 “va a ser año parecido al anterior, o tal vez poco mejor”, por lo cual “vamos a seguir con mucha atención la continuidad de la producción y las ventas”. Esto frente a un mercado respecto de cuya evolución es cauto: “Hay una demanda que se está reactivando y eso puede provocar un pequeño mejoramiento en los precios”.
En sus estimaciones para 2021, el ejecutivo visualiza un escenario financiero sólido, indicando que no contempla vencimientos de deuda relevantes. “Con lo poco que hemos recorrido del año, sospecho que vamos por buen camino. Tenemos que ir adaptando las lecciones de la pandemia, consolidarlas y transformarlas en resultados”, dice.