La oficina de partes del Ministerio de Energía sigue recibiendo misivas con diversas posturas a la espera de un pronunciamiento de la cartera frente a la propuesta que encendió el debate por parte de un grupo de nueve empresas que solicitan una modificación reglamentaria transitoria para que las centrales generadoras que operan a mínimo técnico sean consideradas para el cálculo del costo marginal de operación del sistema eléctrico. Esto, según plantearon las firmas en febrero, para evitar una subinversión e insolvencias.
Sin embargo, esta vez se involucró en el debate un actor que no pertenece directamente al sector energético, aportando un punto de vista más a este debate que aún no ha zanjado la autoridad. Se trata del Consejo Minero que, junto a la Asociación de Clientes Eléctricos no Regulados (Acenor), expresaron en una misiva al ministro de Energía, Diego Pardow, su posición frente a la discusión que -según dicen- "aún requiere mayor análisis".
De entrada, en la carta entregada este miércoles a la cartera -a la que tuvo acceso DF- ambos gremios rechazan la propuesta del grupo de firmas, aunque reconocen que "ha servido para llamar la atención sobre la necesidad de que, en el corto plazo y con las normas legales actuales, se garantice una operación eficiente de ese mercado".
Según explican, bajo el esquema vigente, una alta penetración de energías renovables variables inevitablemente lleva a que en las horas del día en que esta es más abundante respecto de la demanda existente, el cálculo del costo marginal del sistema sea menor y en el extremo de abundancia, cero. "Esta diferenciación horaria del cálculo del costo marginal da las señales para que los agentes del mercado tomen mejores decisiones de inversión, comerciales, de tecnología y de localización", advierten.
De esta manera, y dado que el pago de la operación a mínimo técnico representa un alto costo para los clientes libres, el Consejo Minero y Acenor aseguran que "la propuesta de modificación señalada en la carta de las nueve empresas no soluciona adecuadamente los problemas actuales del mercado de corto plazo".
Para los gremios, sin perjuicio de la necesidad de comenzar a la brevedad la discusión sobre la reforma al mercado eléctrico mayorista que dé cuenta de la nueva realidad del parque generador, "en el corto plazo hay algunas medidas apropiadas y de rápida implementación para que la señal de precio de mercado spot, el costo marginal, refleje correctamente el valor de la energía".
"En este grupo de medidas no debería estar la propuesta de nueve empresas generadoras que las centrales generadoras que operan a mínimo técnico sean consideradas en el cálculo del costo marginal. Esa propuesta no haría más que alterar artificialmente el costo marginal y, a diferencia de lo señalado por las nueve empresas, se crearía una distorsión en su determinación", enfatizan los firmantes de la misiva, Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero, y Javier Bustos, director ejecutivo de Acenor.
Y remarcan: "Para avanzar en línea con lo que el sistema eléctrico y el país necesitan, como representantes de clientes eléctricos libres de los diferentes sectores productivos, industriales y mineros, estamos dispuestos a aportar los antecedentes y análisis que se requieran en las instancias que este Ministerio convoque a tales efectos".
Las cinco deferencias a analizar y corregir
Eso sí, los gremios advierten cinco deficiencias operativas y regulatorias que debería ser analizadas y corregidas para que el sistema eléctrico funcione -dicen- "con la robustez conceptual que hoy lo sustenta, a la espera de la necesaria reforma estructural motivada por la alta penetración de energías renovables variables".
Primero, advierten que el Coordinador Eléctrico Nacional, organismo que supervisa la operación del sistema, debería aplicar en forma permanente el procedimiento de revisión técnico para asegurar que los mínimos técnicos de las centrales representan las condiciones de máxima eficiencia para aportar mayor flexibilidad al sistema.
"Como punto de partida de esta revisión permanente, y mientras no existan incentivos para que los generadores despachados a mínimo técnico busquen mayores eficiencias en su aporte a la flexibilidad del sistema o para que los agentes que obligan a su utilización internalicen los costos que ello produce, sugerimos que el Coordinador implemente al más breve plazo un plan de auditoría a los parámetros técnicos con que operan los mínimo técnico de las centrales", plantearon. A diferencia de la propuesta de las nueve empresas, precisaron que "el foco debe estar en reducir la necesidad de inflexibilidades como los mínimo técnico, más que en establecer que las mismas definan artificialmente el cálculo del costo marginal".
A lo anterior suman que, tomando como referencia la normativa ambiental de Europa y Estados Unidos, debería revisarse la norma de emisiones de termoeléctricas (DS Nº13), que hoy está incrementando la operación a mínimo técnico por sobre los parámetros de diseño de las centrales.
Un tercer punto para los gremios es que vía decreto de racionamiento se establezca una proyección de hidrología seca, lo que sería consistente -dicen- tanto con la realidad de los últimos años y la tendencia provocada por el cambio climático, como con una decisión de la autoridad de anticiparse a escenarios menos aupiciosos.
"Usar una proyección de hidrología seca tiene el mismo efecto de la reserva hídrica en cuanto a un uso más conservador del agua, pero a diferencia de esta última, ante una expectativa de estrechez energética el cálculo del costo marginal aumenta, que es precisamente lo que se espera de una señal de precio que funciona adecuadamente. A su vez evita el recurrente uso de pagos laterales, financiado en su mayoría por los clientes", explicaron.
Como otra medida regulatoria complementaria que corrige distorsiones en el mercado mayorista, las asociaciones gremiales proponen modificar el impuesto a las emisiones para que se evite que las compensaciones constituyan un cargo lateral que recaiga en todos los retiros, incluidos los de los generadores renovables.
Y, como última medida, sugieren analizar las posibilidades para un uso menos restrictivo del sistema de transmisión, a través de la incorporación de automatismos u otros mecanismos de operación que faciliten la inyección de energía en forma costo eficiente, sin desatender los estándares de seguridad vigentes.
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