Pese a que son uno de los pequeños operadores del Transantiago, Veolia Transports -dueña de RedBus y concesionaria del alimentador C, co-rrespondiente a la zona de Vitacura y Las Condes-, es una de las empresas más grandes a nivel global en lo que a transporte se refiere, teniendo actualmente más de 22 mil buses alrededor del mundo.
En medio de la tercera modificación de contratos que está llevando adelante el ministro de Transportes, René Cortázar, desde Francia el director para América Latina de esta firma, Jean Louis Soulas, analiza la crisis financiera del modelo. Categórico, respalda el accionar del titular de cartera, pero también la necesidad de contar con un subsidio al sistema.
-¿Cómo explica el caos financiero del Transantiago?
-El déficit se debe a que las tarifas no han sido ajustadas tomando en cuenta además la inflación y el alza del precio del diésel. Asimismo, la evasión es muy superior a lo que consideraba el modelo inicial. Pero si las tarifas hubieran sido reajustadas como correspondía se habría generado un problema social. Por eso la necesidad de un subsidio estatal se habría presentado de todas formas.
Esto es una constante en el transporte de pasajeros y la verdad es que era muy ambicioso pensar que el Transantiago pudiera funcionar con cero subsidio. Lo dijimos en 2004, pero sin éxito.
-Una de sus apuestas era crecer. ¿Dadas las condiciones se mantiene el interés?
-Es más, nos atrevemos a pensar que podemos ser útil en el futuro.
-El ministro Cortázar anunció una tercera renegociación de contratos. ¿Estos cambios en las reglas del juego les da confianza para operar?
-Preferiríamos un entorno más estable, sin embargo, es común que la autoridad y los operadores vayan ajustando las condiciones de los contratos, especialmente tras un sistema de gran envergadura como éste.
-¿Qué les parece que se haya politizado tanto el sistema?
-Es natural que un asunto que concierne a una proporción importante de la población, sea “politizado”. El riesgo es que cuando el ambiente es tenso como es el caso ahora, las ideas que surgen en el debate político no son siempre muy realistas.
-¿Hay temor por los cambios que están proponiendo los distintos sectores?
-No, porque estamos cumpliendo.
-Se ha hablado de comprar los contratos a los alimentadores.De ser así ¿estarían dispuestos a evaluar una venta?
-No creo que el Fisco compre los contratos de quienes cumplen sus contratos, aunque sean alimentadoras o troncales.
-¿Creen que estos cambios deben ser negociados?
-El ministro Cortázar fue muy claro al respecto: su afán es que los operadores cumplan sus obligaciones contractuales, no es modificar unilateralmente las reglas del juego. De todas maneras, los contratos no podrían ser modificados unilateralmente por el Fisco, ya que son producto de una licitación pública.
-¿Pero le parece válida la fiscalización y la posibilidad de que se caduquen contratos?
-No tenemos por qué quejarnos de la fiscalización actual, pero ella se basa sobre los datos que recopila el AFT, los cuales no son siempre exactos. Eso puede solucionarse con una buena comunicación entre los actores, pero es importante que no se vea impedida o perjudicada por las tensiones políticas y la presión externa, porque se requiere de tiempo para ver las diferencias entre los datos manejados por cada uno y buscar soluciones técnicas.
-El ministro dio un ultimátum. ¿Qué le parece que haya centrado la responsabilidad en los operadores?
-Todo el mundo está consciente de que los operadores no son los responsables de los problemas del Transantiago. Sólo la disponibilidad de flota y de frecuencia son responsabilidad de los operadores y éstos pueden resolverse.
-En este escenario ¿qué responsabilidad le adjudica a la gestión de Cortázar?
-El ministro Cortázar es el primer titular de esa cartera que reformó el sistema verdaderamente, dentro de los límites de lo legal y técnicamente posible. Aunque aún no está funcionando de manera satisfactoria, él ya logró muchos avances. Lamentablemente, el alza de la inflación y de los precios del diésel generó un importante déficit, que está provocando otras dificultades.
-De caducar contratos, ¿es posible que ustedes u otras empresas tomen acciones legales, por ejemplo, acudir al Ciadi?
-No creemos que nuestro contrato sea caducado porque no hay motivos legales y no creemos que se haga injustificadamente. El interés es colaborar para que los problemas se solucionen.