Tal y como estaba previsto, el fondo de infraestructuras de
Citigroup -Citi Infraestructure Partners- presentó, formalmente, la OPA sobre Itínere, la filial
concesionaria de Sacyr Vallehermoso. La constructora logrará así un respiro
financiero para aliviar su deuda.
La oferta se formula sobre el 100% del capital social de Itínere
(actualmente controlada al 92% por Sacyr), si bien de forma efectiva sólo se dirige a títulos
representativos del 51,74% y cuya aceptación ya tiene asegurada en
virtud del referido acuerdo.
La OPA presentada hoy a través de la CNMV incluye el precio
acordado en su día con Sacyr, de US$ 5,27 por cada acción de Itínere.
El monto total de la operación asciende a US$ 3.830 millones.
De esta cantidad, está previsto que Sacyr,
accionista de control de Itínere, ingrese unos US$ 1.199 millones,
que le servirán al grupo de construcción para aliviar sus problemas
financieros.
La mitad de este monto ya ha sido adelantado
por un grupo de bancos. La mayor parte del anticipo ha sido aportado
por Caja Madrid y Santander, junto con Banesto. Otros acreedores son La
Caixa, Instituto de Crédito Oficial (ICO), Banco Popular, Banco
Sabadell y 15 entidades financieras más que participan en menor
proporción.
Segregación de Itínere
Los acuerdos establecían que el fondo de Citi
adquiriría en una primera fase un 52% del capital de Itínere (un 47% en
manos de Sacyr y otro 5% en poder de la caja vasca BBK). Después de la OPA, Sacyr entregaría otro 11,58% de su filial concesionaria a cambio
de activos, y con posterioridad, vendería al mismo precio de la OPA
otro 27,36%.
Citi sólo se quedará con activos maduros de Itínere que correspondan a
autopistas de peaje en España. Por ello, tiene suscritos sendos
acuerdos con Abertis, la italiana Atlantia y la propia Sacyr para, una
vez liquidada la OPA, vender paquetes de activos.
En concreto, Abertis comprará el 50% de Avasa (AP-68 Bilbao-Zaragoza)
que no controla y el 50% de un conjunto de vías chilenas por US$ 827
millones, en tanto que Atlantia se quedará con un grupo de
concesiones de Chile, Brasil y Portugal por US$ 559 millones.