La sorpresa mayúscula que han causado los resultados de
British Airways se refleja en la subida de casi el 8% que se anotan sus acciones,
la mayor en más de dos años. Frente a la amenaza del petróleo, las mayores
ventas en los vuelos a EEUU, con el dólar en mínimos, han permitido duplicar
sus ganancias, y aprobar el primer dividendo en siete años.
En un trimestre marcado por la sucesión de récords
históricos del petróleo, y por los efectos de la desaceleración económica en un
entorno de crisis, los beneficios de British Airways ascendieron a 680 millones
de libras (unos US$ 1.316 millones), duplicando con creces los 290 millones
de libras del pasado ejercicio.
Estas cifras superan las previsiones de los analistas, e
incluyen un aumento del 3,1% en las ventas, al sumar 8.750 millones de libras.
El principal apoyo en esta mejora han sido los ingresos procedentes de los
vuelos a Estados Unidos. La mayor demanda de los trayectos transatlánticos se
ha producido con el dólar en mínimos frente a la libra y al euro, lo que ha
reactivado el interés en Europa por el mercado estadounidense.
Los progresos en las cuentas de British Airways, accionista
de Iberia, se han reflejado en unos márgenes récord en el beneficio operativo,
del 10% sobre las ventas. Esta tendencia podría verse amenazada en los próximos
meses, ya que para el conjunto del año los costes por los carburantes podrían
aumentar en 1.000 millones de libras.
Por el momento, y según lo reiterado en la presentación de
los resultados, para el conjunto del año British Airways mantiene sus
previsiones de un aumento del 4% en las ventas del grupo.
Por encima incluso de sus resultados, la mayor novedad
aportada hoy por la empresa británica es el anuncio del que será el primer
dividendo en los últimos siete años.
El resultado de estos anuncios es una subida hoy que ha
llegado a rozar el 8% en las acciones de la aerolínea, un porcentaje inédito de
avance en más de dos años.