Santander ganó US$ 6.668 millones en 2016, un 4% más. Es el mayor resultado desde 2010, pero aún lejos del récord de US$ 9.738 millones que marcó hace ahora una década, en 2007. Descontado el efecto del tipo de cambio, la subida sería del 15%. El resultado ordinario, sin partidas atípicas, alcanzó US$ 7.116 millones, un 0,8% más (10,5% sin contar el impacto de la divisa).
"En adelante, tenemos muchas oportunidades para crecer de forma rentable en Europa y América, en un entorno que anticipamos será volátil pero, en general, mejor que en 2016 en nuestros mercados principales", ha indicado Ana Botín, presidenta de Santander. El banco ha confirmado su objetivo de elevar el beneficio y el dividendo por acción anualmente hasta 2018, así como el resto de previsiones ofrecidas en el Investor Day de septiembre, cuando rebajó parte de sus estimaciones originales.
Como en trimestres anteriores, la evolución de las divisas latinoamericanas y de la libra han impactado negativamente en los resultados, así como el incremento de impuestos en Polonia y Reino Unido. Más allá de eso, la cuenta mantiene las dinámicas que caracterizan al sector en la actualidad: dificultad para generar ingresos en un entorno de tipos cero y volúmenes reducidos (la cartera de crédito de Santander se mantiene plana en US$ 849.693 millones), presiones en costes, y descenso de las dotaciones como principal apoyo de la cuenta.
El margen bruto de Santander, reflejo de los ingresos totales, cayó un 3,1% (subida del 2,5% sin tipo de cambio), hasta US$ 47.136 millones. La subida del 1,5% de las comisiones, clave en la actual estrategia del grupo, así como el alza de otros ingresos menos ligados al negocio típico, no compensan el descenso del 3,4% del margen de intereses y del 27% en los resultados por operaciones financieras (ROF).
Con todo, el recorte de los principales márgenes (intereses, bruto y neto) se ha mitigando frente a trimestres anteriores, y su evolución ha sido mejor de lo previsto por el mercado.
Frente a la caída del 3,1% en los ingresos, los gastos descienden un 2,2% (aumentan un 3,5% sin tipo de cambio), lo que lleva a un recorte del margen neto o antes de provisiones del 3,9% (alza del 1,6% sin divisa).
Las dotaciones, a su vez, siguen en descenso en línea con una mejora de la mora, que cae al 3,93% desde el 4,36% de hace un año. Las provisiones ordinarias se reducen un 5,8%, hasta 9.519 millones, y las coberturas para otros activos caen un 46%. También han disminuido este año un 30% los cargos atípicos: US$ 448 millones (incluye el coste del plan de ajuste en España), frente a los 600 millones de 2015, cuando el banco elevó las coberturas para las reclamaciones de los productos de seguros de protección de pagos (PPI) en Reino Unido.
Mercados
Brasil sin mantiene como principal mercado, con un peso del 21%, seguido de Reino Unido, con un 20%. La recuperación de la filial carioca, que gana un 9,5% más (+15% sin tipo de cambio) es clave para compensar la mejor aportación de Reino Unido, donde pesa la incertidumbre por el Brexit y la mayor presión fiscal. La unidad británica gana un 14% menos, recorte que se mitigaría al 4% sin el impacto de la libra).
Por su parte, Santander Consumer, la unidad de financiación al consumo, eleva su beneficio un 16,5% y ya genera el 13% de los resultados del grupo, superando a España (12%) como tercer aportador a la cuenta. También ayuda a compensar la fuerte caída del 42% del beneficio en EEUU.
Objetivos comerciales y financieros
Santander, con 125 millones de clientes totales, cerró el año con 15,2 millones de clientes vinculados, por encima de los 15 millones previstos para todo el ejercicio. En 2017, el propósito es alcanzar 17 millones.
También se ha superado la meta de clientes digitales (20,9 millones sobre 20 millones previstos), de cara a alcanzar 25 millones este año.
Santander igualmente ha confirmado su intención de mejorar anualmente hasta 2018 el Beneficio por Acción (BPA), que ahora está en 0,41 euros y el dividendo por título, de 0,21 euros en 2016, un 5% más que en 2015.