No levanta cabeza el Banco Popular. La entidad financiera ahora ligada a la familia Luksic continúa su desplome en la bolsa española.
El intento de rebote inicial del título se ha visto truncado y Popular se hundió un 17,4% en el Ibex (llegó a caer 27% en la sesión), encadenando su sexto descenso consecutivo, hasta nuevos mínimos históricos.
La reaparición de las presiones bajistas ha hecho perder a Popular momentáneamente el soporte de los 0,41 euros por acción. La fuga de accionistas continúa y el valor marca nuevos mínimos históricos intradía en los 0,36 euros, moviendo más de 140 millones de acciones.
Su capitalización se desplomado hasta los US$ 1.945 millones. En la última semana, Popular ha perdido US$ 1.200 millones de su valor en Bolsa, lo que representa una depreciación del 38%.
La decisión de prorrogar el plazo para presentar ofertas sobre la entidad disparó los recelos de los inversores. Los temores a la dilución que provocaría una eventual macroampliación de capital se multiplicaron al mismo tiempo que se enfriaban las expectativas de una opa.
Las entidades españolas e internacionales vigilan la evolución del banco, al igual que la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El presidente del organismo supervisor bursátil, Sebastián Albella, aseguró ayer que están estudiando la situación del banco "desde todos los ángulos", y por el momento no ve motivos para suspender la cotización porque "hay que dejarle seguir funcionando, es decir, hay que permitir a los inversores que compran y vendan".
BlackRock se desprende de más de un 2%
En plena tormenta vendedora, ha trascendido que BlackRock, una de las mayores gestoras de activos del mundo, ha reducido en los últimos días su participación en Popular desde el 4,09% al 1,775%, según figura en los registros de la CNMV.
La decisión de Popular de prorrogar el plazo para presentar ofertas sobre la entidad disparó los recelos de los inversores. Los temores a la dilución que provocaría una eventual macroampliación de capital se multiplicaron al mismo tiempo que se enfriaban las expectativas de una compra.
Las entidades nacionales e internacionales vigilan la evolución del banco, al igual que la CNMV. El presidente del organismo supervisor bursátil, Sebastián Albella, aseguró ayer que están estudiando la situación del banco "desde todos los ángulos", y por el momento no ve motivos para suspender la cotización porque "hay que dejarle seguir funcionando, es decir, hay que permitir a los inversores que compran y vendan".
De poco ha servido el mensaje lanzado este viernes por el Gobierno a través de su portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, quien ha asegurado que en el Ejecutivo hay "tranquilidad absoluta" ante "cualquier eventualidad" relacionada con Banco Popular. "Gracias a las reformas, España tiene un sistema financiero sólido, de los más sólidos de Europa, y podemos están tranquilos ante cualquier eventualidad", ha dicho Méndez de Vigo