SEA se blinda ante posible judicialización de consultas indígenas
Director ejecutivo del servicio, Jorge Troncoso, explica que el sistema de evaluación de impacto ambiental está sobre exigido.
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Por Andrés Pozo B.
Una serie de medidas tendientes a tener un registro macizo de los procesos de consulta indígena que se están encarando en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) está aplicando el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
A casi cinco meses de haber asumido, el director ejecutivo del organismo, Jorge Troncoso, explica que están en una etapa de aprendizaje en este tema y esto se está traduciendo en que cada vez logran procesos más exitosos.
Una de las lecciones que han aprendido es que es necesario documentar mejor todas las gestiones que se hacen antes comunidades para realizar las consultas.
Por ejemplo, en el caso del proyecto Neltume, incluso se lleva un registro detallado de los kilómetros que se recorren para llegar a las comunidades (que están en zonas rurales), así como las localidades se visitan, las actividades y reuniones que se han realizado, etc.
Todo esto, con el objeto de tener un expediente lo más preciso posible que dé cuenta de los esfuerzos que el servicio hace para realizar las consultas, porque -explica Troncoso- cuando se judicializan estos procesos, los tribunales piden documentos y antecedentes concretos.
El personero agrega que las consultas tienen el estándar del Convenio 169, donde la buena fe es algo central. De hecho, como los plazos de estos mecanismos generalmente no cuadran con los de la tramitación ambiental, no han tenido problema en tomarse el tiempo que sea necesario para realizarlas.Según destaca Troncoso, el SEA ha liderado los temas de participación ciudadana y, ahora, en consulta indígena, pese a las complejidades que implican y la inexperiencia que hay en el país respecto de estos asuntos.
Revisión y exigencia
No obstante, según la visión del director del servicio, el SEIA está sobre exigido porque se le pide más lo que su diseño le permite. “Se le exige que resuelva problemas que no son de su naturaleza, como la planificación del territorio o conflictos sociales”, precisa.
Agrega que ésta es la principal causa de los cuestionamientos que pesan sobre la institucionalidad.
Con todo, señala que esta percepción comenzará a mejorar cuando comiencen a funcionar otras herramientas de gestión, como la Evaluación Ambiental Estratégica -que sirve para agregar el componente medioambiental a políticas públicas-, el ordenamiento territorial y nuevas normas ambientales.
Estas tres herramientas, con procesos de participación ciudadana, ayudarán a canalizar mejor cuestionamientos a temas que no son responsabilidad del sistema para evaluar proyectos, como es la definición de una vocación para el territorio.
Respecto a la revisión que se hará del SEIA el próximo año, Troncoso agrega que según su percepción, éste ha cumplido con su objetivo de incorporar la variable medioambiental en los proyectos. Por eso -dice- su foco está mejorar la gestión a nivel nacional y regional, que es lo que hace falta.