Las principales empresas chilenas tomaron nota hace rato de la crisis en Europa y definieron cómo obtener el financiamiento para mantener sus planes de inversión. Y la respuesta estaba más cerca que nuca: el mercado interno.
Porque si bien las firmas locales siempre han sido activas en levantar capital internamente, antes la opción externa, especialmente en EEUU y Europa para compañías de mayor tamaño, podía resultar más atractiva.
Pero ahora, la situación cambió. La crisis en el viejo continente y la incertidumbre en EEUU, han hecho que las principales empresas del país estén optando, en su mayoría, por dos opciones: emisiones de bonos en Chile, o usar su propios recursos.
La última colocación de bonos fue la que hizo Telefónica Móviles Chile, por un total de $110.000 millones (en pesos y UF), e implicó la reapertura del mercado de bonos corporativos de empresas no estatales. Según Isabel Margarita Bravo, gerente de finanzas de la compañía, esta operación permitió anticiparse a las complejidades que se podrían ver en el futuro, esto frente a un escenario internacional con incertidumbres, con niveles de riesgos altos, con un incremento en los spread y primas por riesgo que se le exige a las compañías.
“En cambio acá vemos que hay liquidez, y creo que es probable que el mercado local esté más activo en lo que queda del año y la primera mitad de 2012”.
El nuevo mix financiero
Una de las empresas que piensa usar sus recursos de caja, aunque no descartan realizar operaciones de comercio exterior, es Gerdau Aza. Su gerente general, Hermann von Muhlenbrock, afirmó que las inversiones para 2012 aún se encuentran en estudio. “En la operación normal estamos con recursos propios, pero si quisiéramos hacer alguna operación no vemos problemas, ya que Chile es un mercado tremendamente seguro, entonces está la oportunidad de lograr financiamiento razonable y barato”, comentó, agregando que el momento para emitir bonos es bueno, ya que la inflación está baja, el mercado tiene liquidez, “y el mundo le teme a las acciones”.
Otra empresa que piensa emitir deuda durante el primer semestre del próximo año es Ripley. Aunque no va a ser su única opción. El gerente de finanzas de la empresa, Hernán Uribe, comentó que al estar con niveles bajos de deuda, piensan conseguir capital con un mix de financiamiento bancario, bonos cortos, efectos de comercio, “y a lo mejor hacemos a mitad de 2012 un bono un poco más largo, de unos cinco años”.
Respecto de los costos, el ejecutivo afirmó que no ha visto un gran aumento, sino que lo que han subido son los spreads. “En nuestro caso particular, vemos más atractivos los préstamos, pero depende mucho de la situación de la compañía. Los préstamos bancarios, por lo general, son más cortos”.
Por su parte, el gerente general de Quiñenco, Francisco Pérez Mackenna afirmó que, a su juicio, las empresas están siendo más conservadoras dado el contexto internacional. “Las compañías están guardando importantes saldos de caja, que ni reparten como dividendo, ni invierten, para tener un colchón”, dijo, y puntualizó que esta situación se debiera mantener por lo menos hasta que la situación europea se despeje.
La ventaja de la solidez
Si hay algo que los empresarios destacan es la solidez de la banca y la liquidez de los inversionistas institucionales, factores que hacen que en momentos de incertidumbre como el actual, las empresas encuentren refugio en el mercado local.
Según Bernado Larraín, gerente general de Colbún, Chile tiene “un mercado gigante”, gracias a los fondos de pensión, las aseguradoras, entre otros. “El financiamiento es muy profundo en el país, de distintos plazos, y el mercado local da alternativas de financiamiento que actualmente son más abundantes que las que se pueden encontrar en el exterior”, dijo.
De la misma forma, Pérez Mackenna señaló que en Chile los inversionistas institucionales juegan un rol muy importante, “y hacen que tengamos un mercado de capitales bastante profundo, a lo que se suma un buen sistema bancario, capitalizado y rentable y competitivo. Entonces tenemos los dos caminos de financiamiento: por un lado, el de instrumentos financieros, y por otro, el bancario”.