BC reitera apertura a evaluar implementación de Basilea III
Ejecutivo del ente rector identificó qué instrumentos serían factibles de considerar como activos líquidos de alta calidad.
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Avanzar hacia Basilea III es uno de los objetivos que persigue el Banco Central (BC) mediante la normativa de liquidez que puso en consulta en mayo pasado.
Estos ajustes, que perfeccionan los actuales requerimientos normativos, fueron analizados ayer por el gerente de División Política Financiera del BC, Claudio Raddatz, en el seminario “Gestión de Liquidez: Un nuevo marco normativo”, organizado por EuroAmérica.
Así, junto con destacar que estas modificaciones mantienen la integridad de los límites normativos vigentes asociados a descalces, Raddatz abordó algunos perfeccionamientos.
Entre los avances destacó la inclusión de requerimientos para los descalces de plazos en base consolidada, complementarios a los individuales; la incorporación de lineamientos para el tratamiento de filiales bancarias en el exterior; la estandarización de los criterios de parametrización de modelos ajustados y descartó la posiblidad de contabilizar la reserva técnica y el encaje.
Esto, producto de la “disponibilidad” que requieren los Activos Líquidos de Alta Calidad (ALAC) ante una situación de estrés.
Activos líquidos de alta calidad
Raddatz enfatizó que, según estimaciones internas, estos cambios no deberían resultar en diferencias relevantes en los requerimientos de liquidez.
En su exposición, el ejecutivo indentificó los ALAC que, siguiendo las directivas de Basilea III, serían factibles de considerar en Chile.
El primer nivel de papeles, que no tiene límite en la participación del stock de ALAC, contemplaría los Fondos Disponibles, incluido el exceso de encaje sobre el exigido y excluidos el encaje exigido y la reserva técnica; Bonos del Banco Central y los Bonos de la Tesorería.
En tanto, los activos considerados en el nivel 2A, que sólo pueden representar un 40% del stock de ALAC, serían instrumentos financieros emitidos o garantizados por Estados o bancos centrales de países extranjeros en categoría 2 de riesgo de crédito -”calificados en primera categoría de riesgo, de acuerdo a metodologías de empresas calificadoras internacionales que figuren en una nómina registrada en la SBIF”-; y Letras Hipotecarias y Bonos Hipotecarios aceptables por las facilidades de liquidez del BC.
Respecto a por qué la clasificación de los papeles de la FED no se incluyeron en el primer nivel, el ejecutivo explicó que tales instrumentos clasificaron en nivel 2A en la norma puesta en consulta por su categoría de riesgo según la LGB.
En varias partes de la presentación, Raddatz enfatizó que “el Banco está abierto a evaluar tanto éste como otros aspectos de la implementación específica de la normativa de Basilea a la realidad local”.
Segunda etapa
En la norma en consulta se establece que los bancos deberán calcular y enviar la Razón de Cobertura de Liquidez (LCR), razón de Financiamento Estable Neto (NSFR) de Basilea III y el Ratio de Cobertura Ampliado (RCA), indicador para el monitoreo de liquidez de corto plazo bajo un escenario de tensión específico.
Con esta información, indicó Raddatz, se podrán hacer los ajustes y las calibraciones locales necesarias para la adopción del LCR como requerimiento normativo en una segunda etapa. Además, se podrán estimar las brechas existentes entre la oferta y demanda de los Activos de Liquidez de Alta Calidad, y definir la necesidad y/o conveniencia de establecer alguno de los mecanismos de liquidez alternativos que propone Basilea III.