Alejandro Micco ve como una “sobrerreacción” la caída que ha mostrado el ánimo empresarial en los últimos meses. El exsubsecretario de Hacienda plantea que no ha habido un cambio fundamental en la situación macro en el último mes, pero advierte que se generaron expectativas demasiado altas.
El profesor de la Universidad de Chile insta al gobierno a dejar atrás la confrontación con la administración anterior y poner el foco “y el capital humano, que siempre es muy escaso, en proyectos de largo plazo y que no dividan a la sociedad”. ¿Cuáles? Implementar la desmunicipalización en educación y apurar la cartera de concesiones, entre otros.
- ¿Cómo ve el escenario macro?
- Este cambio de percepción tan rápido que ha habido en los últimos 10 días me parece una sobrerreacción a temas puntuales. Lo concreto es que seguimos con una economía que está con un impulso externo importante, mientras que por otro lado tenemos el impulso monetario que comienza a generar efecto. Las dos cosas están ayudando a un mayor crecimiento.
También ayuda la base de comparación más baja respecto al primer semestre del año pasado.
Nada de eso ha cambiado, por lo tanto no veo un gran cambio desde hace dos meses a la situación actual.
Me cuelgo un poco de las palabras de Sebastián Edwards, que dice que los ánimos cambiaron mientras él estaba en el avión para llegar a Chile.
- ¿Pero qué rol le cabe al gobierno en las perspectivas empresariales? Estas han caído.
- Ahora, sí hay temas que son importantes mencionar. Por ejemplo, uno no ha visto medidas importantes que vayan directamente al crecimiento de mediano y largo plazo.
Creo que el gobierno debiese estar poniendo sus mejores cuadros y esfuerzos políticos en temas tan importantes como profundizar en forma clara, precisa y potente la inversión pública, tanto por la vía tradicional como por concesiones. El discurso era que habrían US$ 2.000 millones en concesiones por año, pero no sé si este año van a cumplir, no se ha visto mucho en eso, no se ven nuevos proyectos ahí. Los mayores esfuerzos debiesen estar ahí. Hay que poner en marcha el Fondo de Infraestructura.
Mientras que en el largo plazo, hay que apuntar al capital humano. Recordemos que tenemos que mejorar la calidad de la educación y el acceso a carreras más atingentes a lo que requiere el país para el desarrollo futuro.
En ese punto, sería bueno implementar una serie de proyectos que ya están aprobados, como la carrera docente y la desmunicipalización.
- ¿Ayuda en eso la llegada de Marcela Cubillos a Educación?
- Ojalá que tengamos un Ministerio de Educación dedicando más capital político a estas medidas, que tienen impacto en el crecimiento de largo plazo, en lugar de otras cosas que tienden a generar crispación y no ayudan al crecimiento.
Otro punto que me gustaría que estuviese más en la discusión es descubrir áreas nuevas de producción hacia futuro, como la exportación de servicios y que nos ayude a diversificar la economía, este último uno de los temas que han puesto las clasificadoras como una de nuestras debilidades.
“Las sobreexpectativas no son buenas porque se devuelven”
- ¿Es netamente el escenario externo el que está impulsando el crecimiento?
- Echo de menos un poco más que solo estar viviendo del vuelo externo y de una situación internacional más favorable, la que puede nublarse, y de una política monetaria todavía expansiva. Ha faltado ver un poco más de acción en estas otras cosas. Hay un tema de vuelo externo importante y de política monetaria expansiva.
Lo que yo esperaría es que se use el capital político que tiene este gobierno en hacer estas otras cosas que, desde mi perspectiva son poco conflictivas y logran un nivel de acuerdo mayor que otras. Creo que es un error en este ambiente volver a crispar los ánimos con temas complejos que tienden a dividir más que a unir y que son más ideológicos, como lo tributario.
- ¿Comparte con la expresidenta Bachelet que la economía está “debilucha”?
- El tema clave es que cuando hoy tiene una situación con un impulso externo importante, uno quiere ver más acciones de mediano y largo plazo. Sin duda que volver a tasas de crecimiento más altas en el largo plazo requiere de más acciones del Estado y de los empresarios.
Hoy hay posibilidades de hacer muchas acciones donde hay grandes acuerdos. Hay otras áreas donde no hay mucha opción de acuerdo y en las que no veo mucho potencial y que pueden terminar generando más crispación. Aprovechemos el impulso externo para hacer los cambios que ayuden al crecimiento de mediano y largo plazo.
- ¿Ayudan a generar espacios de acuerdo declaraciones como que la economía está “debilucha”?
- A ver, hoy tenemos que focalizarnos en los temas que podemos sacar rápidamente sin generar crispaciones.
- Tras el cambio de gabinete, el presidente Piñera ha puesto el acento en el área económica. El viernes presentó su Agenda de Productividad. ¿No es suficiente?
- No hemos visto tantas acciones concretas, hemos visto más bien anuncios. Tampoco es menor, no quiero menospreciar el hecho de que es importante poner el foco en el crecimiento, no voy en contra de eso.
Ahora, hay que ser realista: no venimos de una economía que se venía cayendo y que de la noche a la mañana pasamos a una economía que va a estar en el Olimpo. En eso creo que ha habido un poco de falla de parte del gobierno, con sus críticas exageradas a situaciones anteriores, que hoy le repercuten.
- ¿Como por ejemplo?
- El tema del mercado laboral, del que se habló tanto. El mercado del trabajo durante el gobierno anterior, a pesar de haber tenido un crecimiento muy por debajo de lo que uno quisiera, tuvo un comportamiento bastante bueno. Por primera vez, el mercado laboral no tuvo un ajuste al menor crecimiento con un alza en el desempleo.
Por lo tanto, no veníamos de una situación crítica del mercado laboral como se planteó, así que no veríamos grandes saltos inmediatamente con el vuelo externo que vemos hoy. Era de esperarse que no se iba a traducir inmediatamente uno a uno en el empleo y los salarios, puesto que no habíamos tenido una situación de desempleo alto.
Entonces, con este mayor nivel de crecimiento que se ve hoy, lo que uno debiese estar mirando es una recomposición del empleo, yendo a sectores con mejor calidad de empleo y después a mejoras en salarios. Pero esto toma tiempo.
Insisto, estas pequeñas sobrerreacciones que hemos visto en los últimos días son un poco prematuras, decir que estamos teniendo una recuperación sin empleo, puesto que nunca tuvimos una gran baja de empleo.
- ¿Pecó de soberbia el gobierno al pensar que con su llegada se generaría un cambio de expectativas que aseguraría un mayor crecimiento?
- No quiero decir soberbia, pero claramente cuando uno habla de que vamos a pasar de una situación en la que estábamos casi en una crisis y que habría un cambio de expectativas gigantesco, creo que se generan sobreexpectativas. Las sobreexpectativas no son buenas porque se devuelven y cuando lo hacen puede ser complejo.
Sin duda, la situación internacional mejoró, teníamos vientos de cola a favor, tenemos una base de comparación más baja y todo eso iba a generar mayor crecimiento. ¡En buenahora! ¿Iba a cambiar radicalmente la situación en la que nos encontrábamos antes? No, la economía no estuvo nunca en recesión y habíamos tenido un shock externo que el mercado laboral logró absorber de buena forma.
Su advertencia en reforma tributaria:
"Abrir el tema de la integración va a generar una crispación"
Alejandro Micco es considerado uno de los cerebros de la reforma tributaria de 2014. Y si bien cree que puede ser objeto de simplificaciones, advierte que es "muy temprano" abordar cambios estructurales al Código Tributario.
Un tema que está y seguirá en el debate, como el impulsado por Matthei Abogados, el Centro de Estudios Tributarios de la U. de Chile y DF el 3 de octubre bajo el nombre de "Modernización Tributaria 2018" y en el cual el exsubsecretario será uno de los principales expositores.
- ¿Ve espacio hoy para un acuerdo con el gobierno?
- La prudencia llamaría a preguntarse si es realmente el momento para hacer una reforma tributaria. Este año estamos recién llegando a su plena implementación. Puede haber perfecciones, sin duda, pero lo importante son los principios que se marcaron: recaudar tres puntos del PIB, que quienes tenemos más pagáramos más impuestos, y que la evasión y la elusión no fuesen permitidas más.
- El gobierno no ha querido confirmar si se integrará al 100% el sistema.
- Abrir el tema de la integración va a generar una crispación y no le veo grandes beneficios como incentivo a la inversión. Finalmente, es un recorte de impuestos que claramente favorece a las rentas del capital de mayores ingresos. Por lo tanto, la compensación tiene que ser en ese mismo grupo.
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