La presión seguirá: Banco Mundial asume alzas de alimentos de 20% durante este año
El economista senior del Grupo de Perspectivas del organismo, John Baffes, profundiza en el cuadro que hoy explica la alta inflación en el mundo y, en cuyo contexto, la guerra es central.
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La guerra en Ucrania ha cambiado el panorama mundial y, desde su inicio en febrero, ha disparado los precios de distintos productos y, con ello, la inflación ha alcanzado máximo en décadas. El foco de las alzas ha estado en el petróleo, pero también en los cereales, lo que ha causado que varios países enciendan las alarmas sobre eventuales problemas de escasez de alimentos.
Y, más complicado aún, las perspectivas son de nuevas alzas. El economista senior del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, John Baffes, señala que las expectativas apuntan a que los valores globales de los alimentos tendrán un alza promedio de 20% durante este año, que luego tenderán a bajar de orden de sólo 10% en 2023. Sin embargo, hacia 2024 no se proyectan más reducciones de precios.
John Baffe, economista senior del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
“Nuestra evaluación es que vamos a hacer frente a mayores costos de los insumos en los próximos años, incluyendo a los fertilizantes, el carbón y el gas natural”.
“Nuestra evaluación es que vamos a hacer frente a mayores costos de los insumos en los próximos años, incluyendo a los fertilizantes, el carbón y más importante, el gas natural, que se utilizan en la producción de fertilizantes. Así que el precio de los insumos es un determinante clave, por así decirlo, de cómo van a evolucionar los precios de los alimentos en los próximos años”, explica el economista.
En cuanto a perspectivas, Baffes señala que la mayor incertidumbre y riesgo de los productos alimentarios es la cuestión de energía. “La energía es muy importante para la producción de alimentos y en nuestra evaluación, básicamente lo que decimos es que depende de lo que los precios de energía van a ser”.
Basado en los datos de los principales productos básicos, Baffes observa que el mercado de la soja, los aceites y el arroz están estables. “Sin embargo, el mercado de maíz, pero más importante, el mercado de trigo van a ser apretados. Así que para las regiones consumidoras de trigo, vamos a tener ciertamente precios más altos”, señala.
El último reporte de seguridad alimentaria del Banco Mundial señaló que el índice de precios agrícolas es hoy un 42% más alto que en enero de 2021. Los correspondientes a maíz y trigo un 55% y un 91%, respectivamente, mientras que el arroz es un 12% menor.
Lo anterior, en un contexto en que ya el año pasado los mercados de materias primas agrícolas y alimentarias -entre otras- ya estaban bajo una fuerte presión por la alta demanda que se dio luego de la pandemia. Esto produjo que aumentaran los valores de los insumos, particularmente fertilizantes, gas natural y carbón.
Ante esto, los registros del organismo corroboran que la inflación en el caso del 92,9% de los países de ingresos bajos ha superado el 5%, llegando incluso a los dos dígitos en la actualidad. Dicho porcentaje llega a 84,2% en las naciones de ingresos medianos bajos y 78% en las de medianos altos.
El riesgo del proteccionismo
Otro de los impactos indeseables de la inflación es el proteccionismo en torno a los alimentos, ya que ha habido países que han limitado sus exportaciones frente a las alzas globales de precios con el fin de procurar la seguridad alimentaria.
Casos como el de India, que prohibió la venta de su trigo y azúcar al exterior luego de que olas de calor afectaran su producción agrícola en medio de los aumentos de valores por la guerra en Ucrania.
Este es un fenómeno que según Baffes, el Banco Mundial está monitoreando “muy de cerca” y que preocupa a la institución, sobre todo porque no son los únicos imponiendo restricciones alimentarias. “Es una política tentadora, pero por el momento, un país lo hace y otro lo hará. Y al final, lo que hemos hecho es sólo añadir volatilidad en los mercados mundiales”, explica.
El economista apunta a Indonesia como otro caso de alerta por la restricción a la exportación de aceite de palma, siendo el principal exportador del mundo.
“Es un tema importante, y hacemos todo lo posible para informar a los responsables políticos de todo el mundo de que esas medidas extremas pueden acabar perjudicando a todo el mundo”, dice
Baffes menciona que las políticas de los países son clave para la actual problemática de precios alimentarios, tanto para evitar las restricciones y que empeoren la situación global como definir los plazos de las medidas que se implementen
“Siempre que los responsables políticos se sientan más bien obligados a imponer una política, debería haber una distinción muy clara de si esta política va a permanecer allí durante mucho tiempo o durante poco tiempo y ser sustituida, sustituir algo más que realmente ayude”, agrega.