En aproximadamente 4% ha subido el dólar desde el 7 de mayo pasado, cuando cerró la sesión en $ 482,30 pesos. Al término de la jornada de ayer, la divisa se ubicó en $ 501,10 pesos y se consolida por sobre la “barrera sicológica” de los $ 500.
Pese a que este aumento ha sido inesperado para el mercado, los economistas descartan un efecto en el escenario macroeconómico, dado que la apreciación de la moneda se debe netamente a factores externos, principalmente, provenientes de Europa, y no a un escenario de fragilidad interna en materia de gasto o cuenta corriente.
Por ello, el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, plantea que la consecuencia que podría darse en el corto plazo es un alza en los precios, que no tendría mayor efecto sobre la inflación y, por consiguiente, tampoco sobre la Tasa de Política Monetaria (TPM).
En su opinión, “lo más probable es que impacte en el precio de los combustibles, pero también ha habido una caída en los precios del petróleo a nivel internacional, por lo que sumando y restando se van a compensar los efectos. Probablemente, en la medida que se mantenga el tipo de cambio tiene un impacto en los precios, que es por una sola vez, pero un tipo de cambio cerca de los $ 500 no es una depreciación excesiva o muy por sobre el nivel de equilibrio”.
Rojas añade que “lo que hace esto es que el tipo de cambio nominal se acerque a su nivel de equilibrio, por lo tanto, no genera un desequilibrio macro” y descarta de plano que este alza del dólar pudiera generar una intervención por parte del Banco Central, dado que esta apreciación es un tema completamente manejable.
Eso sí, afirma que la evolución de la economía está netamente supeditada a lo que ocurra en Europa. “Si no vemos una respuesta rápida del Banco Central Europeo (BCE) o de Alemania o Francia respecto a cómo van a seguir los planes fiscales, lo que vamos a ver en general es un alza de la incertidumbre”.
A su vez, el economista jefe de Banchile Inversiones, Rodrigo Aravena, afirma que “hemos visto un fortalecimiento del dólar en varios países, depreciación del euro y el real básicamente porque la dirección de la política monetaria en Chile ha sido distinta a la de otros países. Hemos visto un esfuerzo importante por parte del BCE bajando la tasa de interés mientras que en Chile se ha discutido si mantener o subir la tasa de interés. Dado este ajuste de expectativas y la menor probabilidad de que el BC suba la tasa en el corto plazo perfectamente podemos seguir viendo una depreciación del peso chileno en el corto plazo”.
Eso sí, el especialista aclara que hay que entender que sería una depreciación que obedecería al escenario más externo que estamos viviendo. “No podemos dejar de tener en consideración el hecho que estamos en un mundo con bastante liquidez, en uno que en algún minuto se va a recuperar y ahí el riesgo va a ser la entrada de capitales a la economía chilena dada la mayor apreciación del tipo de cambio real”.
Por ello, afirma que el alza del tipo de cambio local va a ser más transitoria que permanente.
Respecto a si es una sobrerreacción del mercado, afirma que “no, sino más bien un resultado a estas tensiones financieras transitorias. Perfectamente podríamos pensar en un tipo de cambio que termine este año en los $ 500, se va a ubicar por si solo sobre los $ 500 en el corto plazo pero que ya para el próximo año va a volver a caer de los $ 500”, aseguró Aravena.
De Gregorio y el escenario externo
"Cualquier salida de Grecia del Euro en estos momentos significaría una recesión más grave", planteó ayer el ex presidente del Banco Central, José de Gregorio durante una charla en la Mutual de Seguros de Chile. Ello porque el exceso de gasto es un problema a considerar ya que Grecia este año debe endeudarse en aproximadamente 8 puntos del producto, lo que a juicio del economista debería implicar que este país financie alrededor de US$ 30 mil millones de su cuenta corriente, lo que generaría un problema en la balanza comercial. "Incluso no pagando los intereses necesitan 4 puntos del producto, que se agrega a una depreciación y una recesión no menor", afirmó el economista. En esa línea, el actual académico de la Universidad de Chile, agregó que "Europa va a tener cinco años de poco crecimiento, porque los problemas que tiene no se resuelven con rapidez, sobre todo por las rigideces que tiene". A lo anterior, añadió que Europa va a caer en recesión este año, "ya que ocho países ya lo están con certeza y el resto exhibe un crecimiento cercano a 0%". Por ello, sostuvo que serán las economías emergentes las que impulsen el crecimiento de la economía global, gracias a su continuo crecimiento. Respecto de América Latina, el doctor en economía del MIT manifestó que el principal problema que enfrentan las economías de la región, es la falta de comercio intrarregional.
Longueira descarta efectos en ipc
El ministro de Economía, Pablo Longueira, descartó que el alza que ha experimentado el precio del dólar vaya a tener efectos negativos en el precio de los combustibles y la inflación. "Afortunadamente tenemos una caída del precio del petróleo que tiene un impacto muy importante en la economía, y adicionalmente tenemos una disminución garantizada del IPC en la medida que se apruebe la rebaja del impuesto de timbres y estampillas a 0,2%", explicó el secretario de Estado. Por ello, el secretario de Estado agregó que "por lo tanto, creemos que la inflación está absolutamente bajo control, que es sin duda lo que más afecta el bolsillo de los chilenos", precisó. El ministro Longueira, formuló estas declaraciones ayer tras presentar -junto al ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, y el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz- la nueva señalización informativa de tránsito que remplazará a los actuales letreros camineros en las rutas del país y que serán más claras al informar los destinos de una ruta, incorporarán el número de rol de los caminos y tendrán una tipografía más legible. La iniciativa forma parte de la Agenda Impulso Competitivo, diseñado para remover las trabas que obstaculizan el desarrollo de los emprendedores chilenos, y que apunta a elevar a estándares internacionales la señalética.