Ximena Clak dejó su cargo como directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) un mes después de la llegada del nuevo gobierno, pese a haber declarado su intención de seguir en sus funciones. Y pese a la distancia del cargo, es enfática a la hora de defender el proyecto que crea una nueva institucionalidad en la materia y entrega sus recomendaciones.

- ¿Cómo vio el debate en torno a las cifras de empleo?
- No me parece que haya sido una gran crítica. Efectivamente, los sistemas estadísticos tienen varias fuentes de información. Con los avances tecnológicos, los países desarrollados han ido integrando los registros administrativos con las encuestas. La forma eficiente de trabajar esto es preguntando en las encuestas aquello que no está en manos del Estado. Para eso hay que hacer conversar las encuestas con los registros, pero no es llegar y tomar la serie de datos y sacar promedios. Lo que se debe hacer es que las entidades estadísticas trabajen de la mano con los otros servicios, cuyo fin no es estadístico, y que de manera temprana el servicio levanten datos pensando en que ellos sirvan también para las estadísticas. Efectivamente, si se compara una base del seguro de cesantía, vas a tener inconsistencias que puede que sencillamente se deban a la forma en cómo se levanta la información. Y ese es el trabajo que hay que hacer.
- El proyecto que crea el Sistema Nacional de Estadísticas, ¿avanza realmente en esa línea?
- Este proyecto tuvo un apoyo transversal, y eso es bastante bueno porque todas las bancadas tienen conciencia de la importancia de fortalecer la institucionalidad estadística -que no es solamente el INE-, porque se crea una nueva institucionalidad donde el INE es el rector y se explicita eso porque es algo que la OCDE pidió, y se incorporan una serie de elementos para normar el acceso a los datos y para resguardar también su seguridad.
- ¿Cuáles aspectos son clave de mantener en este proyecto y cuáles hay que mejorar?
- Si se presenta una indicación sustitutiva y se inicia toda una discusión nueva, sería una pésima estrategia. Hay un aspecto clave, que es la forma en cómo se eligen y cómo se remueve al director. Hoy tenemos un sistema que si bien pasa por un proceso de ADP, hasta antes de esta última elección era el ministro de Economía quien definía.
En este caso, fue el Presidente quien definió al director, y eso no es una buena señal, porque es una autoridad política la que está eligiendo un cargo técnico.
Lo que hace el proyecto es cortar el vínculo político y propone que se escoja una terna y un consejo propone en un ránking los mejores postulantes al Presidente. Si bien todavía sigue siendo el Presidente el que lo elige, hay una especie de filtro o selección más técnica, echa por un consejo de expertos. Y la forma en cómo se remueve, no va por las confianzas políticas, sino por abandono de deberes y otros temas.
Algo que en mi opinión se puede cambiar y para bien, es que el director hoy está concebido como un participante más del consejo, pero solo con derecho a voz. Para que se alineen bien, lo óptimo es que tenga también derecho a voto.
- ¿Cree que esto no está en la primera prioridad de la autoridad porque no es un tema de interés masivo?
- El gobierno lleva pocos meses, hay que dar cuenta de eso. Pero uno de los temas que han puesto bastante en la discusión es el referido a la modernización del Estado, y la verdad es que difícilmente tendrás una modernización del Estado completa si no se fortalece la institucionalidad estadística.
Cualquier cosa que quieras hacer en tu programa, no importa el sector que sea, requiere de información o de otra forma estás trabajando un poquito a ciegas. Si de verdad quieres modernizar el Estado, tienes que incorporar el fortalecimiento de la institucionalidad estadística.