En comentarios previos a nuevo máximo, Céspedes reafirma posición del Banco Central de no intervenir el dólar todavía

El dólar marcó un nuevo máximo histórico durante esta mañana, alcanzando los $ 930. Esto, a pesar de que partió la jornada con un leve retroceso por los anuncios que realizó el Ministerio de Hacienda con la venta de US$ 5.000 millones. El factor gatillante sería la caída mayor a la esperada del PIB de Estados Unidos en el primer trimestre.

En este contexto, y en un escenario de constantes alzas en las últimas semanas, el Banco Central volvió a reiterar su posición de no realizar una intervención cambiaria en las actuales condiciones.  

El consejero del ente emisor, Luis Felipe Céspedes, se refirió a la preocupación esta mañana y afirmó que, debido a que estas alzas son causadas por shocks externos, no están dadas las condiciones para que se entre a intervenir en el mercado. 

“Lo que vemos hoy día es que hay factores que explican el comportamiento del precio del dólar asociado a la opción de política monetaria en Estados Unidos y también lo que ha pasado con el precio de algunos commodities, que son consistentes con la evolución del tipo de cambio”, dijo en su presentación "Panorama económico de Chile y el contexto internacional: análisis y proyecciones", en un seminario organizado por la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile). 

El economista enfatizó que desde el Banco Central la decisión de intervención se da luego de un análisis respecto a si lo que mueve al tipo de cambio son factores fundamentales de variables reales que tengan un efecto real. 

Además, precisó que “nosotros hemos intervenido en situaciones cambiarias cuando hemos visto que se han generado efectos muy particulares y en situaciones muy excepcionales, por ejemplo, en términos de la provisión de liquidez externa en los mercados financieros”. 

Defensa de la flotación

En esa línea, el consejero destacó y defendió el esquema de flotación cambiaria que rige el mercado de divisas, el cual permite a la economía ajustarse a las condiciones externas y que cuando estas son menos favorables, “eso significa que es un tipo de cambio más depreciado, lo que permite generar mejores condiciones por ejemplo, de competitividad de la economía”.

Además, reafirmó la importancia del principio de flotación cambiaria y que se debiese hacer el mismo análisis con todas aquellas variables que ocurren o que tienen un impacto en la economía, con el objetivo de evitar una sobrerreacción en las condiciones que pueden ser de “muy corto plazo y muy transitorio” y de esa forma disminuir los efectos sobre la economía.