BMI advierte que las elecciones implican un “riesgo sustancial” para la estabilidad fiscal de Chile
La entidad cree que la presión por revivir la economía podría llevar al expresidente a elevar el gasto por sobre los niveles tradicionales. Ve un riesgo aún mayor si gana Alejandro Guillier.
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El aumento de los precios del cobre y un crecimiento conservador del gasto público llevarán a Chile a reducir su déficit fiscal en los próximos dos años. Así lo planteó BMI Research -departamento de estudios de Fitch Group- en su último informe trimestral, en el cual expuso que el saldo negativo de las cuentas fiscales se reducirá de 2,7% del PIB este año a 2,4% en 2018 y 1,9% el siguente.
Sin embargo, este escenario no está exento de riesgos y el principal está asociado a las elecciones de noviembre. Según BMI, los comicios plantean un riesgo “sustancial” para que la situación fiscal de Chile mejore, ya que dependiendo del resultado el gasto público podría ser mayor a lo esperado.
Esto es un riesgo incluso si se da el escenario previsto por la agencia, que da por ganador al expresidente Sebastián Piñera, mientras que su coalición, Chile Vamos, se quedaría con la mayoría de los escaños en el Parlamento. A pesar que BMI proyecta que Piñera continuará con la tradición de la regla fiscal, también cree que la presión por revivir la economía “podría llevarlo a impulsar mayores niveles de gasto, por encima de lo que el país ha mantenido tradicionalmente”.
“Por ejemplo, Piñera recientemente prometió US$ 20 mil millones en inversión en infraestructura pública durante ocho años, lo que sugiere que está abierto a una expansión de la política fiscal”, aseguró la entidad.
BMI tampoco descarta el “riesgo” de que Alejandro Guillier derrote a Piñera en una eventual segunda vuelta, lo que provocaría una presión aún mayor en el gasto público. La entidad justifica esta visión en que las políticas del candidato oficialista “no se apartan significativamente de las actuales de la presidenta Michelle Bachelet”, y las fracturas dentro de la coalición “podrían llevarlo a comprometerse con elementos de izquierda para aprobar legislaciones en el Congreso”.
“ Esto plantea importantes riesgos al alza para el gasto público”, indicó el reporte, debido a que una izquierda “renaciente” ya ha pedido gratuidad para la educación superior, el fin del sistema de pensiones y otros incrementos de gasto, lo que “plantearía riesgos para Chile como el país más solvente de Latinoamérica”.
Pese a esto, Chile se mantiene como la nación más segura de la región según el Índice de Riesgo de BMI (ver tabla).
Tasa se quedaría en 2,5%
BMI sostiene que la economía chilena ya “ha tocado fondo” y tendrá una expansión más elevada en los próximos trimestres para llegar a un crecimiento de 1,7% este año, el cual se elevaría a 2,6% en 2018 y 2,6% el año siguiente.
Este mayor crecimiento impulsaría una inflación “modestamente más alta”, pero sin sobrepasar la meta del Banco Central (3%). En este escenario, BMI espera que el emisor inicie un ajuste gradual en la tasa de política monetaria, “en un esfuerzo por mantenerse por delante del crecimiento de los precios”.
Así, su escenario base no contempla movimientos en la tasa de interés en lo que resta del año. “Dado que esperamos que la inflación se mantenga moderada durante el resto de 2017, es probable que el Banco Central permita que los 100 puntos base de recortes aplicados en la primera mitad del año continúen filtrando a través de la economía”, señaló.
Uno de los elementos que podría cambiar el panorama, dice BMI, es que los precios de los combustibles profundicen su baja, ya que como Chile importa la mayor parte de este producto podría acrecentar la presión a la baja de los precios, llevando a un recorte adicional en la tasa este año. “Si la economía chilena no revive como esperamos en los próximos trimestres, la presión sobre el banco para aflojar más la política monetaria crecería”, indicó.