El empleo profundiza su rezago respecto a la crisis social y el período previo a la pandemia

Lo recalcó el Banco Central la semana pasada: el mercado laboral es el principal ausente en la histórica recuperación que exhibe la economía chilena, con tasas de crecimiento sobre el 10% en abril y mayo, lo que supone un rebote desde la caída inédita a mediados del año pasado, cuando la pandemia llegó al país.

El emisor también mencionó las "fuerzas contrapuestas" en el sector del empleo: alzas en vacantes y aumentos en remuneraciones que contrastan con la lenta recuperación de los 2 millones de puestos destruidos durante la primera ola del Covid-19.

Dicho rezago no solo se da respecto a la etapa previa a la pandemia, sino también en comparación al tercer trimestre del 2019, lapso anterior a la crisis social que también afectó el desempeño de la actividad y el mercado laboral al cierre de ese ejercicio.

Así lo muestra el Indicador de Brecha de Empleo elaborado por el instituto Libertad y Desarrollo (LyD), que concluye que en el trimestre móvil marzo-mayo continuó aumentando la distancia entre el empleo total hoy y el período previo a la crisis social y la pandemia.

El reporte señala que la brecha aumentó desde 9,9% en febrero-abril a 10,6% en marzo-mayo en el caso del empleo total. Al analizar la situación del empleo asalariado privado, el diferencial también aumentó, desde 6,38% a 7,38% en el mismo período, mientras que disminuyó levemente desde 13,49% a 13,41% en el caso de los puestos de trabajo por cuenta propia.

"En términos del mercado laboral, a pesar de la recuperación que se ha observado en la actividad económica con un Imacec para el mes de mayo muy por sobre lo proyectado (18,1%), prácticamente la mitad de los empleos que se perdieron en estos últimos 16 meses aún no se han recuperado", señala el análisis.

La situación por regiones

A partir de los datos publicados mensualmente por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), LyD analiza la brecha entre la línea base (base 100= tercer trimestre de 2019) y la situación laboral posterior.

Ello, tanto para el total de ocupados como también en lo relativo al empleo asalariado privado y también en relación con el empleo por cuenta propia. Para poder hacer comparaciones entre distintos trimestres, LyD trabajó con datos de empleo desestacionalizados en base a la misma metodología del INE.

A su vez, se determinan intervalos mediante la construcción de percentiles en base a una muestra de 240 observaciones de brechas entre la línea base y el trimestre octubre-diciembre de 2020, que permiten clasificar las brechas a partir de las siguientes categorías: situación "grave": la brecha de empleo supera el 18% (rojo); situación "intensiva": la brecha de empleo es entre 17% y 11% (naranjo); situación "intermedia": la brecha de empleo es entre 10% y 2% (amarillo); y "de alta": cuando el empleo actual es superior al observado en el periodo base (verde).

A pesar de no traducirse en cambios de categoría en la metodología, en 12 regiones del país disminuyó la brecha en empleo, mientras que en cuatro aumentó. Así, se observan dos regiones -La Araucanía y Los Lagos- que se encuentran en color rojo; seis en naranjo (Atacama, Coquimbo, Valparaíso, O´Higgins, Maule y Los Ríos); ocho en amarillo (Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Metropolitana, Ñuble, Biobío, Aysén y Magallanes) y ninguna en verde.