A casi tres meses de la íntegra entrada en vigencia de la reforma laboral, algunos ya comienzan a visualizar algunos comportamientos que se darán en la práctica de la nueva legislación, teniendo en cuenta el escenario que se dio durante la tramitación del polémico texto. Y aunque las huelgas que fueron votadas por los trabajadores y que realmente fueron efectuadas sólo transitaron desde 192 paros el año 2015 a 199 durante el año pasado, los trabajadores involucrados en dichas movilizaciones se incrementaron en más de 10 mil, de 24.875 trabajadores a 35.529, siendo la cifra más alta desde el 2014.
Detrás de las cifras de la Dirección del Trabajo (DT), las ramas donde se concentraron la mayor cantidad de personas paralizadas el año pasado están en comercio, con 12.704 trabajadores, y la minería, con 4.373.
Asimismo, al instalar las cifras en medio de la reforma, se observa que desde la publicación del texto legal en septiembre pasado hasta diciembre los trabajadores paralizados totalizaban 21.006. En tanto, en el mismo lapsus del 2015 el número solo alcanzó 8.195 personas.
El juicio de los expertos
Según el ex director del Trabajo, Marcelo Albornoz, las cifras reflejan “la continuación del aumento de actividad sindical y de negociación colectiva que se registra desde el 2010 a la fecha, y que se ve, además, potenciado con la reforma laboral”. Agrega que “toda reforma genera una mayor expectativa en los sindicatos de ejercer mayor poder de negociación, más si la nueva ley le entrega nuevas e importantes herramientas para ello”.
Por eso, estima, ese crecimiento debiera ser aún mayor a partir del 1 de abril próximo. “Considero que vamos a tener más huelgas efectivas y más trabajadores involucrados desde este año en adelante, por lo que la conflictividad laboral en el sector privado aumentará”, asegura.
Otro factor que está en juego en las cifras sería el contexto económico. Las huelgas aprobadas -votadas por los sindicatos- pasaron de 861 el 2015 a 820 el año pasado, con 125.471 y 114.450 trabajadores, respectivamente. Al respecto, el abogado de LyD, Sergio Morales, complementa que al analizar las cifras de 2016 “vemos una leve caída en el número de huelgas (aprobadas) y trabajadores involucrados, lo cual se explicaría por la baja en las expectativas de una reforma que no dejó contento a nadie y además por un complicado estado de la economía y el empleo”.
La académica de la Facultad de Economía de la U. Central y ex directora del Trabajo, María Ester Feres, pone paños fríos y dice que el porcentaje de trabajadores que hace uso del derecho a huelga es realmente “insignificante” y que “seguramente, las negociaciones colectivas son de muy poca utilidad para los trabajadores y también para los empleadores, reproduciendo situaciones de gran debilidad sindical”.