La persistente negativa de la oposición a continuar con la tramitación del proyecto de reforma laboral suma y sigue. A la reserva de constitucionalidad anunciada por los senadores Andrés Allamand y Hernán Larraín en la comisión de Trabajo del Senado en materia de titularidad sindical y extensión de beneficios, ayer agregaron los pactos de adaptabilidad. Obstáculo, que pese a la aprobación que consiguió el oficialismo en la instancia, pondría en aprietos el articulado.
El senador Larraín criticó que en esta materia “se circunscriben sólo a los acuerdos que puedan realizar los empleadores con los sindicatos. No puede haber otro tipo de negociación de acuerdo a esta norma, y eso nos parece una limitación a la libertad de contratación y a la lógica de que se pueda desarrollar esto no solamente con sindicatos sino con grupos de trabajadores”. Agregó que, considerando que los pactos fueron sacados de la negociación colectiva reglada, “hace que sea completamente equívoca la forma en que se van a desarrollar”.
Frente a este escenario, el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, aseguró que este “es un proyecto que se enmarca dentro del ordenamiento constitucional”, complementando que están muy confiados de sus argumentos en el caso de llegar al Tribunal Constitucional.
Considerando que hay 113 artículos aprobados y sólo quedan pendientes 42, se acordó que el lunes 2 de noviembre se discutan estos apartados hasta total despacho. Plazo donde también se ingresarán indicaciones y en los que los equipos técnicos del gobierno trabajan en su redacción.
Siguiendo la tónica de encuentros por el articulado, ayer se reunió la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) con la presidenta de la República, Michelle Bachelet, aunque la cita fue más allá de los temas laborales. Se trató, además, el proceso constituyente y el paro del Registro Civil.
Tras el encuentro, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, puntualizó que en materia laboral “hemos quedado con el desafío de abordar los nudos críticos de este proyecto y seguir haciendo el esfuerzo que hemos hecho hasta ahora de discutir con el Parlamento”-
Eso sí, especificó que solicitaron al gobierno que los puntos establecidos en el proyecto puedan verse nítidamente reflejados en lo que queda del debate.
Si bien en la multisindical sienten que la Mandataria mantendrá los pilares de la reforma, el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, aclara que en la cita se pretendía ver la voluntad del gobierno para que las observaciones puestas sobre la mesa se traduzcan en el retiro de algunas indicaciones.
En ese sentido, Bachelet se habría comprometido a estudiar las materias en cuestionamiento, afirmando que algunas son revisables, como el quórum, prácticas como abuso de fuerza física y tópicos vinculados en huelga en los puestos de trabajo.