Centrales se distancian de la CUT y se abren a regular grupos negociadores
Tres de las cuatro instancias accedieron a dialogar con el gobierno y empresarios. Con ambos evalúan propuestas de modernización del Código del Trabajo.
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“No se les puede negar el derecho a negociar”. Ese es el diagnóstico que tienen en común los líderes de la Central de Trabajadores de Chile (CTCH), la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) respecto a los grupos negociadores y la intención del gobierno de regular el vacío normativo en esa materia.
Dichas centrales, que desde hace un tiempo se están reuniendo con la Subsecretaría del Trabajo y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para la elaboración de “recomendaciones” al proyecto de modernización laboral que se encuentra elaborando el Ejecutivo, defienden su participación en estas instancias, ya que se trata de algo “estratégico” para posicionar la postura de los trabajadores en estas temáticas.
Para sorpresa de varios, los líderes detrás de dichas organizaciones -Arturo Martínez, Alejandro Steilen y Oscar Olivos, respectivamente- están “abiertos” a perfeccionar la reforma laboral de Michelle Bachelet. Además de los grupos negociadores, los trabajadores están dispuestos a modificar la definición de la última oferta y las adecuaciones necesarias, entre otros.
“Son pequeños cambios que vienen a resolver los problemas que existen en las negociaciones colectivas entre sindicatos y empresas, problemas que se están judicializando”, precisó el presidente de la Central de Trabajadores de Chile (CTCH), Arturo Martínez.
Grupos negociadores
La historia ya es conocida. En 2016 el Tribunal Constitucional eliminó la titularidad sindical del proyecto, reconociendo la existencia de los grupos. Sin embargo, la entidad no se pronunció respecto de si los trabajadores no sindicalizados podrían negociar ni tampoco definió el modo.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se han mostrado críticos a regular la materia, pues creen que hacerlo sería una práctica antisindical por parte del gobierno.
Pero las otras tres centrales del país sí están dispuestas a dar espacio a los grupos. “Uno no le puede quitar el derecho a los trabajadores a negociar, hay que buscar la forma de ordenar todo esto para que tengamos las reglas del juego claras, respetando la proporción de sindicatos y grupos”, dijo Martínez.
Su par de la UNT, Alejandro Steilen, comparte el diagnóstico, y adelanta algunas de las fórmulas que han desarrollado junto a Alfonso Swett en la mesa de trabajo con la CPC. “Hemos planteado que, por ejemplo, los grupos no puedan negociar al mismo tiempo que lo hagan los sindicatos; ni 90 días antes ni 90 días después. Y que no puedan establecer extensión de beneficios”, precisó.
Para Martínez otro tema necesario es aclarar lo que se entiende como última oferta en una negociación colectiva, un conflicto que se evidenció tras la última huelga de Latam. “Esto hay que arreglarlo, la última oferta debe tener vigencia hasta que no haya otra”, dijo.
Empleo y capacitación
Los vacíos normativos en torno a la reforma laboral no han sido las únicas preocupaciones de las centrales. Para ellos, el foco también debe estar puesto en la automatización y los nuevos empleos que dan las plataformas digitales.
“La forma de trabajar ha cambiado con la llegada de plataformas como Uber y hay que proteger a esos trabajadores”, dijo Oscar Olivos, titular de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT).
“No se trata de formalizar los empleos, sino que de darles seguridad social en salud, pensiones, etc.”, agregó Martínez.
Steilen aseguró que la capacitación laboral ha sido un tema muy presente en las conversaciones con el gobierno y la CPC. “Tenemos que estar preparados a los cambios y a las nuevas tecnologías, eso se ha conversado. Desde el gobierno también nos han consultado sobre los pactos de adaptabiliad y por qué no han funcionado”, afirmó.
Por último, Martínez defendió la participación de las centrales en estas mesas de trabajo, asegurando que “tenemos que conversar con todos los actores que permitan mejorar las condiciones para los trabajadores. Por lo tanto, restarse de las conversaciones no es correcto. Aquí nadie tiene el monopolio de la representación de los trabajadores, en el país existen cuatro centrales y tres que también tienen voz”.
CUT se resta de mesas de trabajo: "No corresponde"
Pese a que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) fue invitada a participar, tanto en la mesa de trabajo de la Subsecretaría del Trabajo como en la del mundo empresarial, la multisindical más grande del país decidió restarse de ambas instancias.
"El espacio desde donde se evalúa la implementación de la reforma es el Consejo Superior Laboral, eso quedó establecido en la ley y, por lo tanto, de ahí debería emanar cualquier tipo de sugerencia y recomendación respecto de la reforma laboral", expresó la titular de la CUT, Bárbara Figueroa.
Para la líder sindical, en la ley quedó "suficientemente claro" que dicho espacio es el único en el que se pueden elaborar, analizar y discutir propuestas y recomendaciones de política pública en materia de relaciones laborales y mercado del trabajo.
Sin embargo esa no es la única razón. Según explicó Figueroa, aún no es el momento de evaluar cambios a la legislación laboral, ya que se debe ver con tiempo cuáles han sido los efectos e impactos de la norma.
Pero no todo es negativo. Figueroa, si bien sostiene que no corresponde impulsar cambios, se muestra abierta a abordar todas las materias del mundo del trabajo, "incluidos los desafíos para la modernización del mercado laboral y las nuevas formas de empleo, en las próximas reuniones del Consejo Superior Laboral".
En relación a la participación de las otras tres centrales en dichas instancias, Figueroa planteó que "no nos corresponde juzgar las decisiones de otras centrales hermanas que han decidido ser parte de estas mesas para perfeccionar la reforma laboral".