Muy emocionado se vio al ex ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter, en la ceremonia de cambio de gabinete, luego de dejar la jefatura del equipo ministerial para asumir la cartera de Defensa en remplazo del ahora candidato presidencial, Andrés Allamand.
El “fin de una era” para algunos y el comienzo de otro proceso que al igual que en Interior no estará exento de dificultades en Defensa, más allá de la coordinación que le correspondía en La Moneda y los temas de seguridad pública, ahora deberá enfrentar la fase oral de la demanda marítima de Perú en La Haya y los cambios a la Ley Reservada del Cobre y otras materias legislativas.
Hinzpeter llegó junto a Piñera a La Moneda como su brazo derecho y hombre fuerte para llevar a cabo lo referido a la instalación del gobierno y la reconstrucción post terremoto. Sin embargo, con el devenir de los meses a Interior se le sumó prioritariamente, la seguridad ciudadana como repartición -a cargo de la nueva Subsecretaría del delito- y entre las críticas que se hace a su gestión, es que habría descuidado las labores de jefe de Gabinete para dedicarse a materias más vinculadas a la delincuencia en circunstancias que esto era un pilar fundamental del programa de Piñera y donde también se cuestiona no haber logrado los resultados esperados.
Además, Hinzpeter debió enfrentar en la Cámara de Diputados una acusación constitucional que fue rechazada, y que buscaba establecer la responsabilidad del jefe de Gabinete en el uso “excesivo” de la fuerza por parte de Carabineros, según la oposición, durante las manifestaciones ocurridas entre febrero y marzo en la Región de Aysén.
La gestión de Hinzpeter también se vio afectada por sus conflictos con el Ministerio Público y lo más reciente, relativo a las licitaciones de equipos para el Plan Frontera Norte, habrían terminado por sacarlo de palacio. Sin embargo, por su fuerte arraigo con Piñera, no abandonó del todo el gabinete y fue trasladado a la cartera de Defensa.
Hinzpeter tiene pendiente una interpelación fijada para el 21 de noviembre, presentada por parte de la oposición por el caso sobreprecios en el plan Frontera Norte, aunque todo indica que dado el cambio de cartera no debiera concurrir.
Lo que también deja en claro el ajuste ministerial es que el jefe de Gabinete ahora es de la UDI, Andrés Chadwick, dejando en palacio la correlación de fuerzas entre partidos en las mismas condiciones: dos del gremialismo (Chadwick y Larroulet) y uno de la tienda del presidente con la nueva vocera Cecilia Pérez (RN).
El presidente de la UDI, diputado Patricio Melero, no ocultó su felicidad: “Siento una enorme satisfacción por el nombramiento de Chadwick, es una persona con una larga trayectoria en la UDI, hoy asume un desafío mayor, ser el jefe de Gabinete e imprimir una conducción política en un año de grandes desafíos en esa materia”.