El legado de Matthei: los ejes que debieran guiar a la centroderecha que plasmó en su discurso final


El discurso final de Evelyn Matthei, la noche del domingo cuando reconoció su derrota, delineó lo que podría interpretarse como su legado luego de una campaña intensa y que espera guíe a la centroderecha a recuperar la posición que le permitió acceder al gobierno hace cuatro años.

Matthei centró su discurso en asumir su responsabilidad por el resultado, aunque afirmó que “no me arrepiento ni por un minuto de haber aceptado esta candidatura presidencial”. Al mismo tiempo, enfatizó los ejes que la centroderecha debería rescatar y exponerlos directamente.

La ex candidata defendió “el proyecto de sociedad que hemos propuesto para Chile” y dijo a sus electores que “tengan la certeza que el tiempo y la historia mostrarán que aquellos principios que defendimos con energía y pasión perdurarán”.

Entre los postulados que destacó se cuentan “el respeto a la vida y a la dignidad de las personas, el valor de la familia, el valor de la libertad nadie podrá borrarlos de Chile. Son principios que hemos heredado de nuestros abuelos y nuestros padres y que experimentamos como fundamentales en el presente. Son además la mejor herencia que podemos dejar a las futuras generaciones”, indicó.

Explicó que “el sentido del respeto y del esfuerzo, de aquello que nos permite vivir y construir juntos. Nada que valga la pena es gratis. Lo más valioso va siempre acompañado de gran sacrificio. Lo sabe la madre, lo sabe el padre que en soledad cría a sus hijos, lo saben miles de familias que han tenido que levantar sus hogares después del terremoto, lo saben tantos jóvenes que han llegado a la universidad y son los primeros en sus familias en ser profesionales, lo saben tantas personas con discapacidad que sufren incomprensión y la falta de apoyo y aún así logran llevar una vida digna”.


Cambiar la lógica de la política

Matthei dijo que “en estos meses hemos trabajado sin descanso para cambiar la lógica de la política. No es el Estado, tampoco el mercado ni la Constitución ni la Reforma Tributaria, ni la Asamblea Constituyente. Lo fundamental, y lo digo con mucha fuerza, son las personas, sus valores, sus temores, sus momentos de debilidad, sus talentos, sus proyectos, sus esperanzas”.

Enfatizó que “nunca más un gobierno en Chile puede distraerse en algo que no sea trabajar incansablemente para que cada persona pueda tener una mejor vida y ser más feliz” y lanzó un mensaje a la nueva generación de políticos “a quien hoy traspaso mi experiencia, mis sueños, mis esperanzas. Ustedes son el rostro y la palabra honesta del nuevo país que queremos construir”.

Y remarcó que “el Sí se puede no termina hoy, es nuestro deber. El “Sí se puede” es nuestro sueño de un Chile más justo, más fraterno y más humano”.

Anoche, Evelyn Matthei cenó con su equipo más cercano a quienes agradeció el trabajo de campaña. Más temprano, los miembros jóvenes del comando centraron su balance en que la unidad es la clave para salir del delicado momento que viven, y que las nuevas mesas directivas de ambos partidos en la Alianza deben entender que hay que dar espacios a nuevas generaciones. Los ex jefes de comando, Felipe Kast y Karla Rubilar, junto a otros miembros del grupo como Jaime Bellolio, Luciano Cruz-Coke y Ernesto Silva, enfatizaron que la unidad será clave en los tiempos que se avecinan y que serán una "oposición justa" en el Parlamento a partir de marzo, apoyando los temas que consideren buenos para el país. Cruz-Coke dijo que "nuestro mensaje también está dirigido a nuestro sector. Necesitamos trabajar en unidad y centrarnos en las necesidades reales de la gente, de la clase media". Rubilar planteó que "podemos pasar todo el tiempo buscando responsables, o podemos tratar de ver cómo enmendar nuestros errores; estamos convencidos de que a pesar de la diversidad, es posible trabajar en unidad". Por su parte, el senador electo Manuel José Ossandón (RN), rechazó que desde el Ejecutivo se este tratando de hacer un "lavado de manos" y personalizar la derrota en algunos como él y Andrés Allamand y planteó que desde que partió el gobierno sostuvo que había que hacer correcciones. En RN y la UDI también se analizó lo sucedido por separado en reuniones de mesa.

Por Claudia Betancourt

"Cada uno de nosotros comparte sus responsabilidades, ha sido parte de la conversación. A lo que no estamos dispuestos es a estancarnos solamente en una autocrítica o en una crítica que termine siendo desangrante para el sector". Con estas palabras la vocera de gobierno, Cecilia Pérez, resumió los análisis que se realizaron en el comité político sobre la derrota del sector en el balotaje del domingo.

Tras el encuentro, que en esta oportunidad estuvo encabezado por el presidente Sebastián Piñera, la portavoz llamó a la unidad de la centroderecha "las responsabilidades siempre son compartidas y eso es lo que corresponde sobre todo frente a una derrota dolorosa, que insisto, nos permite mirar el presente y el futuro desde la fortaleza que solo puede dar la unidad, y el que no entienda eso va a terminar siendo un llanero solitario".

En tanto, los jefes de los partidos de la Alianza, Carlos Larraín (RN) y Patricio Melero (UDI), si bien coincidieron en que los resultados electorales significan un retroceso para el sector, evitaron responsabilizar al mandatario por los resultados. De hecho, Melero sostuvo que a Piñera no lo tratan "ni con guante blanco, ni guante de box, lo que hay que tener es la capacidad de un análisis más decantado". Larraín en tanto, desechó poner su cargo a disposición tras los resultados. "En lo que pudimos manejar e incidir que era en las elecciones legislativas tuvimos un buen resultado, por lo tanto, no veo con qué título nos van a pedir renuncias extemporáneas. Me gustan los presidentes de partido que cumplen su periodo".