Cambio en las comisiones clave: cómo influirán estos movimientos en las aspiraciones del Gobierno en el Senado

En estos últimos años, enero se ha convertido en un mes intenso para el Congreso. Ello, porque tanto en la Cámara como en el Senado intentan avanzar en el mayor despacho de proyectos de ley que les sea posible.

Este año, la Cámara Baja –igual que en enero de 2023- ha concentrado sus esfuerzos en la reforma de pensiones para llegar al receso legislativo habiendo entregado la propuesta del Gobierno a la Cámara Alta. No obstante, también hay materias administrativas que le quitan el sueño a los parlamentarios. Estas tienen que ver con el cambio en la composición de las comisiones y en las mesas de ambas corporaciones.

Algunos de los cambios que se producirán en el Senado resultarán clave, tanto para el futuro de la reforma de pensiones, como para los proyectos que ingresarán este año, a partir de enero, al Congreso, en el marco del pacto fiscal.

Es necesario señalar que, según el acuerdo administrativo de la Cámara Alta, desde marzo del 2024 le corresponde asumir la presidencia de la mesa al Partido Por la Democracia (PPD), acompañado por Evolución Política (Evópoli) en la vicepresidencia. Un tema en el que están enfrascados los partidos aludidos.

Pero también hay cambios, y nada menores, en las comisiones. Por lo pronto, de las 24 comisiones pactadas, la oposición tendrá mayoría –según el acuerdo- en 12 de ellas este año. Y aunque en el Senado estos cambios suelen ser menos dramáticos que en la Cámara de Diputadas y Diputados, porque los acuerdos administrativos se respetan a rajatabla, al oficialismo no deja de provocarle inquietud la conformación de algunas comisiones, porque en ellas será minoría, lo que significará una mayor presión para el Ejecutivo de cara a la tramitación de proyectos emblemáticos.

La importancia de Trabajo

Uno de esos casos es el de la Comisión de Trabajo. Actualmente, está compuesta por los senadores oficialistas Loreto Carvajal (PPD) y el socialista Gastón Saavedra. Cuando se asignaron los cupos en el acuerdo administrativo, al inicio de este periodo, para el año 2023 se le había entregado a la DC – que se declara no alineado- el tercero, pues negoció en conjunto con el oficialismo; y dos para la oposición, actualmente en manos de Renovación Nacional (RN), con Rodrigo Galilea, y a la Unión Demócrata Independiente (UDI), representado por Iván Moreira.

El cupo DC de ese año, tenía nombre y apellido: Matías Walker.

Sin embargo, al momento de asumir los cargos el senador había dejado la Falange y, junto con Ximena Rincón, estaban iniciando el proceso de formación de Demócratas, por lo que la DC presionó para que ese cupo le fuera devuelto, aunque después de muchos tira y afloja, Walker se quedó en la Comisión de Trabajo. De manera tal, que en la práctica, el año pasado, la instancia tuvo una mayoría de oposición.

Para 2024, cuando se espera que en el periodo legislativo que comienza en marzo, la reforma de pensiones debute en la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, el escenario es que en la negociación se le entregaron oficialmente tres cupos de los cinco a la oposición. Los dos restantes, de no mediar cambios, están destinados al socialista Gastón Saavedra, que se mantendría en la instancia; y, a algún representante de Apruebo Dignidad. Ese es el escenario que espera a la reforma de pensiones.

Sin pretender ser pitonisa, resulta inevitable retrotraerse a la administración anterior, la de Sebastián Piñera, que logró con mucho esfuerzo llegar con su reforma de pensiones al Senado, tras un polémico acuerdo con la DC en la Cámara, que le hizo pensar que tenía el camino despejado para aprobarla en esta Corporación; pero que, sin embargo, nunca salió de la Comisión de Trabajo, donde no hubo forma de alcanzar un consenso en torno al destino del 6% adicional, 3% a cuentas individuales y 3% a un fondo colectivo. En esa época, la oposición a Piñera también era mayoría en la instancia.

¿Qué pasa en Hacienda?

Otra comisión determinante para las aspiraciones del Gobierno respecto de sus reformas emblemáticas es Hacienda. En esta instancia también habrá movimientos, ya que el oficialismo también perderá un cupo en beneficio de la oposición.

Este año se va a presentar en Hacienda el mismo problema que se produjo en Trabajo el 2023. Porque como el oficialismo le entregó un cupo a la DC en la Comisión de Hacienda, personificado en la senadora Ximena Rincón, presidenta de Demócratas. Porque, como mencioné más arriba, negociaron haciendo frente en bloque a la oposición. Pero podría ser todavía peor el escenario. Ya que si deciden mantener el cupo para Rincón, Hacienda en el Senado quedaría conformada por cuatro-uno (un socialista, que en la actualidad es José Miguel Insulza) a favor de Chile Vamos.

Otra novedad es que el actual presidente de la comisión, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), también la deja y se trasladaría a Medio Ambiente, todo esto según el acuerdo suscrito. Una de las pocas veces que el senador no integró Hacienda –entre marzo de 2016 y marzo de 2017- se convirtió en presidente del Senado. Este año 2024 nuevamente le corresponde a su partido la presidencia de esta corporación, por lo que no faltan los entusiastas que apuestan por él para encabezarla, aunque en su bancada hay otros interesados.

Pero volviendo a la integración de la Comisión de Hacienda, si quedara conformada tal y como se suscribió en el acuerdo, se le vendría una año aún más difícil al Gobierno, en lo que respecta a proyectos relacionados con la reforma tributaria (pacto fiscal); que, si bien ingresan por la Cámara, se entiende que en pleno año electoral, La Moneda los ingresaría con una urgencia tal que alcancen a salir del Congreso antes de que las campañas electorales estén en pleno apogeo y se enreden con los acuerdos legislativos.

La salida de Lagos Weber de la comisión es relevante, ya que el senador oficialista justamente es y ha sido una figura clave en la consecución de acuerdos con la oposición en esta instancia.

Lo que está por verse es si la DC esta vez le deja el cupo a Rincón en Hacienda o exige que se cumpla el acuerdo, dado que la senadora no sólo ya no integra el partido, sino que preside uno nuevo que es considerado de oposición.