Paradójicamente fue desde el Partido Socialista, el mismo donde militan la presidenta Michelle Bachelet y el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, quienes manifestaron mayores reparos a los cambios introducidos por el Ejecutivo en el protocolo de acuerdo que el gobierno alcanzó con con la oposición.
Tanto así que los diputados y senadores PS se reunieron por cerca de una hora con el secretario de Estado para que les explicara el alcance de los cambios propuestos y principalmente si mantenía el espíritu original del proyecto: recaudar US$ 8.200 millones, pero de manera equitativa y progresiva.
Por ello, la jornada de ayer no fue fácil para el jefe de las finanzas públicas. No sólo tuvo que preocuparse de sellar el acuerdo con los partidos de la oposición, sino que en forma paralela a las negociaciones con RN y la UDI, el secretario de Estado debió convencer a sus propios aliados de que los cambios propuestos no afectan la recaudación del proyecto y que se mantiene la progresividad en la recaudación, y que hacen más equitativo el sistema tributario.
“Queremos tener la certeza de que las modificaciones no cambian los aspectos de equidad de la reforma para que los que tienen más recursos paguen efectivamente lo que les corresponde”, afirmó el diputado PS e integrante de la comisión de Hacienda de la Cámara baja, Manuel Monsalve.
En esa línea, el diputado acotó que “queremos que nos explique detalladamente los cambios que le van a introducir al proyecto, los nuevos instrumentos para recaudar recursos, ya que la presentación que se nos hizo en la reunión almuerzo del lunes fue sólo de aspectos generales”.
Según los presentes, el encuentro fue una reunión “franca y directa”, donde el jefe de las finanzas públicas les explicó en detalle y en forma “clara” los cambios que el gobierno le introducirá al proyecto de ley.
Otro diputado del PS explicó que el encuentro con Arenas era para que les detallara los cambios y los nuevos instrumentos que se incorporarán al proyecto. Al término de dicho encuentro, los parlamentarios socialistas se cuadraron con el acuerdo.
La DC apoya los cambios
Al contrario de lo que ha sucedido con la reforma educacional, la Democracia Cristiana (DC) fue el partido que más valoró el apoyo transversal conseguido, y que se mostró dispuesto a apoyar desde el primer minuto.
El jefe de bancada de la DC, Matías Walker, valoró el acuerdo alcanzado por el gobierno con la oposición. “Le he manifestado al ministro de Hacienda, Alberto Arenas, que como jefe de la bancada de la Democracia Cristiana vamos a apoyar el proyecto de reforma tributaria con todos los cambios que se han acordado en la búsqueda de un consenso amplio con la oposición”.
José Miguel Ortiz, también de la Democracia Cristiana, acotó que más allá de las perfecciones que se le quieran incluir al proyecto, lo importante es que se recaude los
US$ 8.200 millones.
“La política es el arte de conversar y llegar a acuerdo. Sería muy diferente y preferible que la reforma tributaria se apruebe con votos que vayan más allá de los parlamentarios de la Nueva Mayoría, ese es el camino para sacar adelante una reforma estructural que se piensa para los próximos 20 años”, puntualizó.
Pablo Lorenzini, presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, acotó que “mi mayor preocupación es que no estamos cumpliendo con el acuerdo adoptado al inicio de la tramitación de la reforma tributaria, que era mantener la columna vertebral de la reforma intacta, pero eso no se logró”.
Esto ya que a juicio del diputado DC “se hicieron cambios sustantivos al corazón de la reforma y, desde ese punto de vista, se pierde el origen del proyecto, ya que se cambia a renta atribuida voluntaria y a una diferenciación de tasas para las utilidades reinvertidas a las retiradas”.
Asimismo, añadió que su preocupación sigue siendo si con estos cambios se logra recaudar los
US$ 8.200 millones.
Por último, el jefe de bancada del PPD, Pepe Auth, también celebró el acuerdo, ya que a su juicio si se mantiene la progresividad y la recaudación su colectividad apoyará la reforma tributaria.