Tras conocerse el resultado de la encuesta CEP, varios en el oficialismo y la oposición aseguraron que la carrera presidencial estaba totalmente abierta.
En especial por el nivel de indecisos (62%), personas que resultarán clave a la hora de consolidar figuras emergentes como el ex ministro José Miguel Insulza, la senadora Isabel Allende o el senador Alejandro Guillier, quien podría capitalizar la buena evaluación que la ciudadanía tiene de él.
Pero la irrupción del ex presidente Ricardo Lagos, quien el viernes pasado confirmó estar disponible para ser candidato a La Moneda, podría cambiar el escenario.
“Es una decisión política significativa porque efectivamente la encuesta CEP no fue buena para él, por lo tanto, tengo la impresión de que su decisión va a reordenar muy rápidamente el panorama electoral”, reflexiona el gerente de asuntos públicos de Plaza Pública Cadem, Roberto Izikson.
- ¿Le sorprendió el anuncio de Ricardo Lagos?
- Sin duda, pero valoro su decisión porque desde hace tiempo no veíamos a un político disponible para hacerle frente a las encuestas de opinión adversas. Además, su determinación evita que la DC vaya a una primera vuelta, porque creo que van a mantenerse en la Nueva Mayoría y a lo más participarán de una primaria. Por otro lado, siento que José Miguel Insulza, Alejandro Guillier e Isabel Allende verán muy debilitada su opción presidencial y terminarán ordenándose detrás de Lagos.
Pero lo más interesante es saber cuál será la reacción de Sebastián Piñera en este escenario. ¿Se verá obligado a adelantar su decisión de ser formalmente candidato presidencial?
- ¿Y qué le parece a usted?
- Creo que le mete muchísima presión, porque que Ricardo Lagos ya sea candidato formal le da 4 o 5 meses de ventaja sobre Sebastián Piñera, si es que toma su decisión en marzo. Por lo tanto, Piñera tiene que estar pensando cuál será su siguiente paso en este nuevo contexto electoral. De lo que sí estoy convencido es que la carrera presidencial ya comenzó formalmente y eso tiene efectos sobre el gobierno, porque lo que hizo Lagos es adelantar el fenómeno del pato cojo. La administración Bachelet perderá de manera significativa el control de la agenda, porque estará puesta en los candidatos presidenciales, en especial Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, que por ahora va liderando la carrera.
- ¿Fue acertada la decisión de Lagos?
- Lagos lee bien el escenario, porque la única forma que tenía para acortar la brecha con Sebastián Piñera pasaba por hacer un cambio significativo y eso era anunciar lacampaña presidencial. Que además le da tiempo para cerrar la brecha frente a Piñera, quien lo duplica y triplica.
- ¿Y qué posibilidades reales puede tener Lagos si marca menos de 10 puntos en la CEP y 5 en la Adimark?
- Las tiene, sin duda. Va a ser una elección competitiva que se definirá por uno o dos puntos de diferencia en una posible segunda vuelta. Creo que las posibilidades van a depender, como él lo dijo en su carta, de los apoyos que logre concitar en la Nueva Mayoría. ¿Se bajará Insulza?, ¿hará lo mismo Isabel Allende?, ¿con qué rapidez se unirán a su candidatura? Por lo tanto, la capacidad que tenga de articular una campaña de unidad le dará más posibilidades de ir creciendo y con más fuerza.
- ¿Siente que mostrarse dispuesto a someterse a una primaria le ayude en la Nueva Mayoría?
- Sí. Y veo a un Lagos mucho más disponible para escuchar, para tratar de entender a un nuevo Chile y conectarse con él desde una posición más humilde y más cercana.
- Existe la posibilidad de que se levante un nuevo bloque de izquierda. Eso afectaría a Lagos, pero cree que pueda mermar el apoyo que concita Piñera.
- Eso va a depender de quién sea ese candidato de izquierda y cuál será el peso real que tenga, porque efectivamente hay un polo de izquierda que quiere profundizar las reformas y creo que es la demanda de un segmento en Chile, pero aquí lo que falta es la marca, quién va a ser y eso es tan importante como el espacio. Creo que tras el anuncio de Lagos la izquierda extra Nueva Mayoría se verá más tentada a buscar un candidato propio, que hoy no tiene rostro.
- Independiente de los compromisos y programa que planteen, ¿cree que unas de las tareas del próximo presidente será darle salida a la crisis política que se vive?
- Sin duda. Y creo que van a ser cuatro los temas que marcarán la próxima elección presidencial: una profunda reforma al sistema de pensiones, recuperar la senda del crecimiento económico, ponerle atajo a la delincuencia y la sensación de temor y llegar a puerto con la nueva Constitución. En esas cuatro cosas está finalmente la fórmula para salir de la crisis de la política. Específicamente creo que una nueva Constitución es la discusión correcta para que la política y el Estado recupere la confianza en sus ciudadanos y viceversa.
"Bachelet no ha querido hacerse cargo de lo que causa la desaprobación"
Una de las grandes interrogantes que sigue sin respuesta desde hace semanas, es si la Presidenta concretará un cambio de gabinete para intentar repuntar en las encuestas.
Y cuánto podría servirle, en caso de que se materialice.
- ¿Bachelet puede seguir cayendo en las encuestas?, ¿a cuánto cree que pueda llegar?
- Cuando estaba en 30% de aprobación hace un año y medio nos preguntaban si podía caer más bajo y cayó. Hace unos meses cuando estaba en 20% nos preguntaron si podía bajar más y lo hizo, entonces la pregunta ahora es si puede estar bajo el 15 que es lo que marcó la última encuesta CEP y 18 según la última encuesta Cadem. Y creo que sí puede, pero más bien es si podrá recuperarse y eso es lo que deberíamos estar pensando. ¿Podrá volver a niveles del 30% de aprobación, al 40 o al 52, que fue con el que partió?
- ¿Qué cree usted?
- Lo veo cada vez más difícil, porque creo que la Presidenta no ha querido hacerse cargo de lo que está causando la desaprobación. Y esa es la sensación de que Chile va por el camino equivocado en el contexto de la reforma tributaria, el área educacional y laboral. En los problemas de confianza que tiene asociados a Caval y los problemas de gestión, principalmente asociados a delincuencia y economía. Entonces, si la Presidenta quiere mejorar su aprobación va a tener que tocar alguna de esas teclas.
- ¿Y qué tanto podría servirle un cambio de gabinete a la Presidenta?
- Esa es la gran pregunta y creo que hay dos respuestas. Una es que el primer cambio de gabinete que hizo, que fue muy profundo y bastante único en Chile en el contexto de que cambió a su ministro de Hacienda por primera vez desde que retornó la democracia, más toda la Moneda porque salió el ministro del Interior, de Segegob y de la Segpres, o sea, un cambio completo y no tuvo ningún efecto sobre la opinión pública. Por lo tanto, la pregunta que ella se podría hacer es por qué voy a hacer un cambio ahora, lo más probable es que no tenga ningún efecto. El cambio de gabinete lo que permite es recuperar la agenda, pero tiene que hacer los cambios donde la gente los está pidiendo y esos cambios están en delincuencia, por lo tanto Interior y en Economía. Puede caer la ministra Javiera Blanco, pero eso no es relevante y creo que un cambio de gabinete si no viene de la mano con un cambio de dirección del gobierno, y eso pasa por un ajuste por el segundo piso más bien, no va a ser un cambio relevante.
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