Marcelo Díaz: “Solo nuestra incapacidad permitiría a la derecha retornar a La Moneda para iniciar la contrarreforma”

Primarias abiertas y ciudadanas para dirimir al candidato a senador del Partido Socialista por la región de Aysén es el mecanismo que reclama el exvocero de gobierno Marcelo Díaz para zanjar la disputa que mantiene con Camilo Escalona. A la espera de que la mesa de la tienda escuche su llamado -que reemplazaría la acordada consulta entre militantes-, aborda también el llamado a la unidad de la presidenta Bachelet, el que considera que “no puede desatenderse”, pues el actual gobierno de “transformación histórica” ha significado “desmontar el legado neoliberal heredado de la dictadura”, lo que “requiere más tiempo para su consolidación”.

- ¿El llamado a la unidad debió haberse producido mucho antes?

- La Presidenta y el gobierno durante todo el período han intentado ejercer el papel que les corresponde en la relación con la coalición. Pero digamos las cosas como son, este gobierno ha tenido que enfrentar varios obstáculos: un escenario económico desfavorable; adversarios poderosos, que al ver tocados sus intereses han reaccionado con mucha fiereza; un cerco mediático sin parangón; y cuarto, para decir las cosas con franqueza, muchas veces la falta de convicción, coraje y lealtad de la propia coalición.

Me parece altamente inviable que podamos sostener dos candidatos presidenciales y una lista común, pero lo que no puede ocurrir es que no comprendamos que si se fractura el entendimiento entre el centro y la izquierda, en el contexto en que ha emergido a la izquierda de la NM una nueva fuerza como el Frente Amplio, lo que está en juego es la continuidad del camino de transformaciones que la propia Presidenta impulsó y que impulsamos como coalición.

- Si la Presidenta hubiese ejercido su liderazgo, ¿este gesto podría haber sido antes de que se pusiera en riesgo un escenario como el de 2009?

- La Presidenta no podía dejar pasar su última cuenta sin expresar su perspectiva o visión del escenario político y estado del arte de su coalición, no haberlo hecho habría sido incomprensible. Pero la responsabilidad última y final en la articulación de la coalición, en los acuerdos políticos, recae en los dirigentes y partidos políticos, no en la Presidenta de la República.

Si se miran los resultados de la CEP, que no son para celebrar porque uno nunca quiere ir segundo, el mundo de la centro izquierda en Chile sigue siendo mayoría y depende de la capacidad de entendernos el que tengamos perspectivas reales de triunfo en la próxima elección presidencial y parlamentaria.

- ¿Qué tan de centro izquierda es Chile, cuando es Piñera el que lidera las encuestas?

- El proyecto de Sebastián Piñera es una contrarreforma conservadora y mercantilista y nosotros frente a eso tenemos que poner un proyecto nítido, de continuidad de las transformaciones que se han impulsado. En lo que estamos fallando o en lo que no hemos sido del todo asertivos y que hace que Piñera esté en la pole position, es en darle expresión y cauce político. Alejandro Guillier representa esa oportunidad, lo dijo con claridad después de la Cuenta Pública: un compromiso de continuidad en la senda transformadora. Ese camino sigue siendo, a mi juicio, compartido desde la DC hasta el PC y, qué duda cabe, también por la gente del Frente Amplio. Solo nuestra incapacidad de hacer las cosas bien podría permitir que la derecha, que es social y electoralmente minoría en Chile, retorne a La Moneda para iniciar la contrarreforma.

Por eso, depende mucho de cómo hagamos las cosas y más allá de como vayamos en la primera vuelta, donde lo ideal sigue siendo que tengamos candidato, lista y programa común -aunque la realidad supera los deseos-, se requiere del concurso y la concurrencia de todos. Eso no significa que sea imposible un entendimiento en segunda vuelta. Por el contrario, es bueno empezar a declararlo desde ya. Lo ha hecho nuestro candidato, Alejandro Guillier: cualquiera que pase a la segunda vuelta debe contar con el respaldo del que pierda, de lo contrario el que pierde es Chile.

- ¿A la fecha la unidad pasa porque uno de los candidatos de la NM se baje y las encuestas sugieren que es la DC la que debe tomar la decisión?

- Todos tenemos que hacer una reflexión respecto de lo que marcan las encuestas, nos guste o no, son un elemento a analizar, eso es esencial. Aquí no nos estamos jugando proyectos personales, nos estamos jugando proyectos de país, sería inexplicable que siendo la centro izquierda mayoría social y electoral en Chile, termine gobernando la minoría. Hay una responsabilidad histórica y así entiendo el llamado de la Presidenta.

- ¿De quién sería el fracaso si gana Piñera, de la Presidenta?

- No, es un fracaso nuestro, de los dirigentes políticos del mundo de la centro izquierda.

- ¿Y cómo ve el desempeño de la campaña del senador Guillier?

- No creo que baste con el esfuerzo de la recolección de firmas, que es muy importante. Necesitamos, en este período de campaña de primarias, que no se termine invisibilizando nuestra candidatura. Además, hay que construir cierto entendimiento, especialmente con la DC para que esto no se transforme en una guerra de guerrillas entre su candidatura y la nuestra. Eso me preocupa porque ha sido profundamente criticado por los medios de comunicación, que para qué estamos con cosas, mediáticamente la cancha no es muy pareja. Luego no hagamos con Guillier, aunque suene brutal, lo que hicimos con la presidenta Bachelet, hacer del fuego amigo la conducta cotidiana. Hay que respaldarlo y es importante que él y su entorno se abran a la cooperación con los partidos.

- Pero es el senador el que parece renegar de la política...

- Él es un ciudadano político independiente y yo soy un ciudadano político militante. Formamos parte de la actividad política, no hay nada más político que una elección presidencial. Él se presenta como lo que es. Los partidos políticos son clave, no basta solo con el arrastre y la popularidad de un candidato. Los partidos sabemos que tenemos que entendernos con un candidato que ostenta la condición de independiente. El candidato sabe que requiere de los partidos, de su fuerza parlamentaria, de asumir políticas sociales para ganar la elección presidencial. No hay otra fórmula.

EL PS Y LA INVERSIÓN DE SU PATRIMONIO

- ¿Cómo ha manejado la directiva del PS la polémica surgida a raíz del manejo de sus inversiones?

- Ese fue un golpe duro y creo que los militantes están entre heridos y enojados, porque han debido responder por hechos que la inmensa mayoría de los militantes del Partido Socialista no conocían. A ningún militante le va a parecer razonable que recursos del Partido Socialista terminen invertidos en una empresa como Soquimich o en empresas que generan un potencial conflicto de interés en la gestión política. Porque el Partido Socialista no es una empresa de inversiones, es un partido dedicado a la política, que se define como partido de los trabajadores y, por lo tanto, yo creo que las medidas que ha adoptado la dirección para corregir esto van en la línea correcta.

- Pero el Partido Socialista no hizo nada ilegal y efectivamente operó con las reglas del juego.

- Por supuesto, ese es un punto importante, pero debimos como partido haber fijado criterios políticos y éticos, que -sumados a los legales- pusieran a salvo no solamente el cumplimiento de la normativa, sino también de los estándares que se esperan de un partido como el nuestro en la administración de sus recursos.

LAS PRIMARIAS POR LA CANDIDATURA SENATORIAL EN AYSÉN

- Usted irá a primarias para convertirse en el candidato a senador por Aysén del PS. ¿Cómo va ese proceso?

- Yo dije desde el primer día, incluso antes de salir del gabinete, cuando lo conversé con la presidenta del PS -sabiendo que existía un candidato alternativo, otro candidato socialista-, que me parecía que el método para resolver nuestra candidatura tenía que ser primarias abiertas y ciudadanas.

Sin embargo, en el último tiempo se ha planteado que dado que el Servel no está en condiciones de entregar un padrón depurado, en que estén los militantes socialistas y los independientes, sería inviable hacer una consulta. Y no me convence, porque el año pasado, hace 14 meses, hicimos consultas ciudadanas para elegir nuestros candidatos a alcaldes y lo hicimos con el padrón del año 2012 de las municipales, y lo que se está planteando como alternativa es una elección de militantes, y yo creo que eso es un retroceso, desde el punto de la profundización democrática.

- ¿Y por lo mismo está reevaluando su precandidatura senatorial?

- Lo que pasa es que la directiva del PS ha acordado que la elección sea el 11 de junio y estamos a 2 de junio y ni siquiera conocemos el ordenamiento de esa elección. Creo que el mejor mecanismo sigue siendo la consulta abierta y que no hay razón de fondo y obstáculo; y segundo, porque es condición de éxito para nuestra elección en noviembre. Yo espero que la directiva del partido recoja estos argumentos.