La crisis que ha tenido a la Nueva Mayoría en vilo las últimas dos semanas parece haber cedido luego del Consejo Nacional de la Democracia Cristiana, que pretendió dar una demostración de fuerza al gobierno y a sus socios. Sin embargo, dejó un debate pendiente al interior del partido y que tiene que ver con el rol de la colectividad en la coalición oficialista, lo que tendría que resolverse en el marco del proceso eleccionario interno.
Así el día después del consejo, dentro de la propia DC hay quienes relativizan la fuerza de la declaración con que se cerró la cita del máximo órgano de toma de decisiones de la colectividad.
Y es que entre algunos de los consejeros que llegaron al cónclave -dadas las expectativas- hubo quienes esperaban un paso que la directiva de Ignacio Walker no estuvo dispuesta a dar: que el partido fuera categórico en poner un plazo a su permanencia en la alianza oficialista, dado que perciben que conflictos como el vivido a tan corto plazo de iniciado el gobierno, pueden volver a repetirse. Por lo que incluso en la reunión, se habría llegado a poner en tela de juicio el liderazgo del senador, aduciendo que quien tomó la conducción pública frente a la crisis fue el ex timonel y actual consejero nacional Gutenberg Martínez, que "ocupó un espacio en que no había conducción y superó el liderazgo de Walker".
En el entorno del jefe de la DC, desechan tal escenario y reafirman que Walker "logró imponer la idea de que al gobierno le tiene que ir bien, porque de lo contrario no habrá proyección para las partes que componen el conglomerado y la alternativa sería Piñera".
La DC en la encrucijada
Esta postura, aparentemente, no deja conforme a todo el falangismo, ya que tras la crisis un sector evalúa que "paradojalmente, la actitud del gobierno está fortaleciendo las posiciones más duras del partido y ha contribuido a consolidar la tesis de la identidad propia con más fuerza".
A partir de este debate y de lo que no ocurrió en el Consejo del lunes, este martes comenzó a circular entre los representantes de la DC un documento elaborado por Ramón Briones con el sugestivo título de "La DC en la encrucijada", en el que el abogado cercano al sector "colorín" plantea justamente la disyuntiva que deberá enfrentar el partido en el corto plazo respecto de su rol en la NM. Un análisis que "no se podrá eludir en el marco de la elección interna del partido. Porque si bien no está en duda el apoyo al gobierno, otra cosa es nuestra permanencia en la NM", dice un representante falangista.
Quienes instan a este debate, arguyen que "hay que llamar al partido a un proceso de reflexión profunda sobre el tema, mucho más de la que ha habido tras las últimas elecciones internas, sobre el papel de la DC en los próximos años". Entre otras cosas, porque estiman que el discurso que plantea el futuro de la DC tendrá que ser capitalizado por alguno de él o los candidatos que emerjan en los próximos meses.
Un escenario con el que discrepa uno de los vicepresidentes de la DC, diputado Sergio Espejo, quien asegura que "lo que veo es una afirmación de que la DC va a ser guionista y coautor en la historia que está construyendo la Nueva Mayoría y no un espectador pasivo. Lo que está en juego es la capacidad de hacer, de la tensión que provocan diferentes visiones e ideas políticas, un activo que enriquezca la gestión del gobierno y proyecte el partido al futuro".
Gestos post consejo
Ayer, en tanto, fue un día de gestos hacia la DC. El propio ministro del Interior –con quien los diputados falangistas cenaron anoche-, Rodrigo Peñailillo, valoró la declaración del Consejo, señalando que "claramente la coordinación política es fundamental, así es que en eso coincidimos plenamente con el PDC, un partido que ha sido extremadamente leal con la presidenta Bachelet". Más tarde y en la misma línea el timonel del PC, Guillermo Teillier, dijo compartir la declaración de la falange y que su tienda también "está por favorecer un clima de convivencia, a pesar de las naturales diferencias que existen entre las colectividades".