El presidente del PS, diputado Osvaldo Andrade, es reconocido por su franqueza para decir las cosas, la que sus partidarios alaban y sus adversarios políticos sufren. En ese mismo estilo expresa al DF su preocupación por el “complejo” clima político que se manifiesta en “mucho enojo”, pero como es optimista, ve en ello una oportunidad para avanzar en “un gran acuerdo en la en la relación entre dinero y política” dejando en manos de la justicia el caso Penta y sus derivados. Por lo mismo, plantea que las comisiones de la Cámara que buscan investigar el caso Penta y las campañas electorales surgieron como “parte de una lógica de empate” político.
-La UDI está poniendo en tela de juicio los aportes a la campaña de la presidenta Bachelet.
-La UDI tiene un problema grave, esta semana ha sido particularmente intensa: está desde el cura O’Rally, el tema Labbé y el caso Penta. Además, suscribo plenamente lo dicho por el alcalde de La Florida, ir a ver a Labbé demuestra una ausencia de sintonía con las personas que sufrieron estos atropellos, es casi un atentado contra ellas.
-¿Se ha equivocado la UDI?
-Mi impresión es que sí ha sido exitosa en algo, ha logrado generar la idea de que el tema de los aportes reservados es similar al del fraude, a través de aportes ilegales, y son dos cosas distintas. Los aportes reservados no me gustan, pero están en la ley. La UDI ha logrado confundir una cosa con la otra.
-¿Y cómo ha actuado su sector en este tema?
-Cuando digo que la UDI ha logrado anotarse un punto en esto es porque ha habido una falencia en nuestro sector. De eso no tengo ninguna duda.
-¿Y cómo se revierte eso?
-No basta con decir que las instituciones funcionen, no es suficiente.Hay que generar las condiciones para que funcionen adecuadamente, con todo el respaldo que necesitan y eso se puede mejorar.
-Pero en su calidad de presidente de partido algo tendrá que decir...
-No voy a pautear a nadie, pero debiéramos enfrentar esta confusión que se ha provocado y que genera que los que tienen que dar explicaciones no las estén dando.
-El llamado caso Penta también provocó fricciones en la NM cuando surgió el nombre del ministro Undurraga por su vinculación con la Fundación Ciudad Justa.
-Todo lo que tiene que ver con el caso Penta tiene que ser investigado, en eso nosotros no tenemos ningún matiz.
-¿En la DC estaban molestos porque el PS explicitara esa postura?
-No me han representado ninguna molestia, jamás. Tengo la mejor relación con el presidente de la DC, de cordialidad y franqueza, y hasta ahora él nunca me ha representado formalmente eso. Como yo tampoco le he representado nada a la DC en este sentido, porque no tenemos cargos recíprocos que hacernos.
-¿Y en la presentación de la querella tampoco?
-Si a alguien le molestó, yo puedo desmentir dos cosas: no me lo ha representado nunca el presidente de la Democracia Cristiana y nunca nadie del gobierno. Eso es falso.
-¿Qué evaluación hace de la presentación de esa querella?
-Institucionalmente debíamos hacernos parte de esa investigación. Lo digo del punto de vista político. Yo habría esperado que también la UDI hubiera presentado una querella. Si todos estamos interesados en que se esclarezcan los hechos y muchas de las cosas que se han dicho se quieren desestimar, bueno, la mejor forma de hacerlo es hacerse parte.
Error de la libertad de acción
-En la DC hay molestia por la forma como algunos los trataron por la votación de la reforma educacional.
-Este no es un problema de estados de ánimo. No estoy hablando de un partido en particular. Me preocupa más desde la perspectiva de la coalición que respalda al gobierno. Este gobierno lleva ocho meses y, sin perjuicio de las que son sus tareas propias, aprobó la primera reforma estructural y tiene la mitad de la segunda aprobada. Vamos a tener agenda laboral, entre otras. El gobierno sigue haciendo su pega, o sea su productividad ha sido extraordinariamente importante y ha habido dos factores que han ayudado mucho en este proceso.
-¿A qué se refiere?
-Al liderazgo y el capital político de la Presidenta y, aunque cueste decirlo, al respaldo que ha tenido el gobierno en el Parlamento, porque con todo lo que se diga, los exabruptos y los enojos, hemos votado respaldando sus iniciativas. Entonces, cuando un proyecto de esta envergadura, como es el de educación, termina con que la noticia son las desavenencias al interior del oficialismo respecto de tres indicaciones de un conjunto de no sé cuántos artículos, ¡discúlpeme, eso es un desacierto político brutal! Y me da lo mismo quién esté enojado, porque de un modo u otro todos colaboran con eso. Porque fue un error que el gobierno haya dicho que había libertad de acción, respecto a estas tres indicaciones. El gobierno tendría que haber dado una opinión. Fue un error que, a propósito de la libertad de acción, nosotros hubiésemos rechazado lo de los arriendos, ¡fue un error político! Porque cuando se empieza a operar desde el estómago pasan estas cosas. No se lo adjudico a nadie en particular. Aquí hubo un error compartido. Muchas de las cosas que se han logrado son porque hemos actuado con disciplina, no se puede poner en riesgo ese ordenamiento. Y eso se pone en riesgo, por cierto, desde los parlamentarios, pero también se pone en riesgo desde la gestión del gobierno.
-¿Qué ha hecho mal el gobierno?
-El gobierno tiene que tomar nota de que debe trabajar más la relación con el Parlamento.
-¿Siguen fallando en eso?
-Es que no lo quiero poner así, no quiero categorizar, porque si lo hago desmiento lo primero que dije y es que hemos sido exitosos.
-Sí, pero eso no significa que no se pueda mejorar.
-Lo que digo es que los gobiernos duran 4 años y siempre hemos tenido claro que la productividad legislativa y programática son los primeros dos. O sea lo que resta de aquí a enero y el próximo año son extraordinariamente desafiantes desde el punto de vista del cumplimiento de las cuestiones programáticas. Tenemos un tremendo desafío por delante, en consecuencia, la relación más fina posible entre el gobierno y el Parlamento es fundamental, porque hay que evitar estos exabruptos que además terminan con unas declaraciones atroces de unos y otros. Pero al mismo tiempo el gobierno tiene que ser más nítido. Si el gobierno no quería que el lucro fuese penalizado, ¡dígalo, pues!
-¿Eso no tiene que ver con las señales que ha dado el gobierno?
-No lo he percibido, para ser franco, pero si así fuese sería un profundo error, porque eso va generando un ambiente y un clima que se expresó el martes, que es que desde la molestia se votó en contra algo que desde la racionalidad deberíamos haber votado a favor. Y aunque no lo crean es responsabilidad muy fuerte de los gobiernos que esos estados de ánimos y esos climas se generen adecuadamente.
PS: "No seré un factor para que se quiebre mi sector"
-Participó en el encuentro de la Nueva Izquierda que proclamó a Camilo Escalona a la presidencia del partido. ¿Cómo percibe el proceso interno?
-Tengo una preocupación y voy a tratar de colaborar para que no se materialice y es que se polarice y radicalice la interna del socialismo, y el buen clima que hemos construido hasta ahora -que nos permitió ser tan exitosos estos últimos años- se desvanezca. Para eso tengo que jugar un rol muy nítido: el presidente del partido le tiene que dar garantías a todos los sectores para que las elecciones sean transparentes. Tengo esa limitación, que corresponde a mi actuación en estos años. Voy a ir a todas las actividades que desarrolle el partido, porque tengo derecho a hacerlo y porque me invitan. Y a las expresiones de sectores internos también. Por esa razón cuando me invitó la Nueva Izquierda, sector al que pertenezco y por el que fui electo, asistí. Aunque no me quedé a la proclamación y en mi intervención dije algo que me pareció importante decir, para evitar cualquier suspicacia: yo soy de aquí. Porque tengo una segunda limitación, yo no seré un factor para que se quiebre mi sector. Es decir, la Nueva Izquierda es un factor central de gobernabilidad al interior del Partido Socialista y la gobernabilidad del Partido Socialista es también la gobernabilidad de la Nueva Mayoría. En consecuencia, le daré garantías a todo el mundo, por supuesto. Sin perjuicio de eso, no voy a hacer nada que quiebre a mi sector. Eso lo tengo clarito.
A Velasco: "Esto es con llorar, pero uno tiene que llorar solito"
-¿Cómo afecta a la NM el conflicto con Velasco, a propósito del caso Penta y que ha dicho que está pagando el costo de oponerse a las reformas?
-El tema con Velasco lo di por cerrado. Porque entiendo que esos temas los tiene que resolver el Ministerio Público. Yo no tengo animadversiones personales en la política. Ojalá Andrés Velasco resuelva su problema, lo aclare, y ojalá sea parte de nuestra primaria. Yo fui particularmente incisivo, porque me parece intolerable que la gente pida privilegios y que las actuaciones judiciales respecto de uno sean distintas respecto de otro. En los allanamientos en La Pintana no golpean la puerta.
-Usted apuntó al concepto de las malas prácticas que instaló Velasco.
-Andrés generó una lógica de que todos son unos corruptos, unos tales por cuales, la vieja política... 'Yo soy la nueva política y la nueva política se caracteriza por las buenas prácticas'. Bueno, todo eso se derrumbó y yo soy parte de la vieja política y reivindico eso. Pero espero que resuelva su problema y si lo hace seré el primero en reconocerlo, pero que lo haga desde la humildad. En política hay que saber ser humilde. Yo cerré este capítulo, si él quiere seguir es problema de él y de sus adláteres. Cuando uno lleva 50 años en política le podrán decir muchas cosas, yo tengo el cuero duro, soy como en la vieja política, que uno sabe que si da, le van a dar y tiene que aprender. Y esto es con llorar, pero uno tiene que llorar solito no frente a las cámaras.