Marcelo Guital: “La gente que cree que el mundo online va a comerse todo está equivocada”
El fundador de Guital & Partners habla sobre las claves para emprender, analiza el panorama actual de las startups chilenas, cuenta de sus nuevos proyectos y se refiere a la situación de la Asech.
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La venta de Benedictino a Coca-Cola, el éxito de Juan Valdez en el mercado nacional y su rol como director en la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech) son algunos de los hitos que llevaron a Marcelo Guital a destacarse en el mundo empresarial.
Actualmente está enfocado en su compañía, Guital & Partners, con la que se dedica a impulsar nuevos negocios e insertarlos en el mercado con su modelo de desarrollo.
Guital cuenta que en el último tiempo se ha concentrado en trabajar con tres marcas; volvió al rubro del agua premium con Rizola; WasserVac, higienizador que puede ser utilizado sin irritar la piel; y Bou, marca de fruta congelada que se prepara para llegar al retail en EEUU.
Además, creó "Guitalab", servicio que ofrece tanto a emprendedores como a instituciones grandes para aplicar su modelo de crecimiento en proyectos específicos.
"Lo primero, es mirar al consumidor, qué problema vas a solucionar. Segundo, qué vas a hacer diferente a los demás. Después, la imagen y el diseño, es súper importante. Luego meterle números a las ideas y, al final, armar las redes, cuánto voy a vender y dónde", dice el emprendedor.
Considera que hoy se han perdido de vista los verdaderos valores del mercado: "La gente que cree que el mundo online va a comerse todo está equivocada. El mundo online vive del físico. Mientras más crece el e-commerce, más crecen los centros de distribución y más bodegas se necesitan, van de la mano".
-Hay un boom de emprendimientos tecnológicos, ¿crees que siga existiendo espacio para los clásicos?
- Una empresa tecnológica puede desaparecer tan rápido como creció. Coca-Cola, Wallmart, van a estar siempre. Muchos que venden data analytics y dicen: 'Yo ya estoy en Perú, Argentina y Francia', están con un teléfono, venden datos, lo multiplican por miles de millones de dólares y lo valoran en un dineral. Pero de ahí a que eso ocurra, el camino es más largo.
Yo le puedo vender agua a cinco millones de chilenos, pero con un servicio tecnológico le puedo vender a todos. Por eso los valores; por lo pronto, me cuesta entenderlos. A mí me gusta que me valoren el negocio y que me pague, que yo haga una capitalización.
-Si llega a ti alguien que quiere partir emprendiendo, ¿qué le recomendarías?
-Aunque tiene grandes beneficios, el camino del emprendimiento es pedregoso. Por eso debe plantearse si realmente está enamorado de su idea, porque va a tener que trabajar 14 horas diarias durante buen tiempo para ver luz con capitalización. A mí me pueden valorar en mil millones si yo digo que voy a poner una nave en Marte, pero tendré que ponerla después.
Y segundo, que le ponga números a las ideas: alguien que no sabe el tamaño del mercado ni con quién va a competir, las posibilidades de que le vaya bien son bajas.
-¿Y si ya está vendiendo en todo Chile?
-El mercado chileno, que algunos ningunean por pequeño, es suficiente para ganar y vivir como quieras, pero si quieres llegar a otra liga, tienes que hipotecar tu vida un tiempo. El salto de exportación es eso. ¿Vale la pena? Sí, pero es decisión de cada uno.
-¿Qué debiera hacer una startup que está valorizada como un diamante en bruto?
-Cumplir todo lo que le está prometiendo a los inversores, para que sigan apostando por startups. Aumentar las ventas, que no tengan tanto análisis, porque provoca parálisis, y que salgan y fallen en el mercado, que es el que manda.
Me ha gustado que Chile entre en esta moda, el emprendedor chileno es muy valorado y creíble. Tenemos a Notco, a della Maggiora (Betterfly), a Cornershop. Yo los admiro, pero son tres. Esto es como el deporte, es mejor primero pensar en ser el más rápido de la comuna, después de la región, después del país. Y siendo el más rápido de Sudamérica todavía no te alcanza para las Olimpiadas.
Ventajas al asociarse
-¿Qué importancia tienen organizaciones como Asech o la Multigremial?
-Es el mundo de la colaboración, de las cooperativas. Si yo no tuviera detrás de mí a empresas como Fonterra, no podría hacer mis negocios. La asociatividad llegó para quedarse. De estas organizaciones, de Alejandra Mustakis, de Juan Pablo Swett, yo aprendí mucho, te genera una red que sirve para la vida.
Por eso yo voy a dedicar todos mis viernes a apoyar a emprendedores en coworks, porque creo que cada empresario que ha tenido la suerte tiene que devolver la mano.
-¿Cuál es tu opinión de lo que está pasando actualmente en la Asech?
-Estoy sumamente preocupado por un gremio que partió de la nada y terminó siendo el más creíble en Chile, cooperando en políticas públicas. No he tenido una reunión con Marcos Rivas (actual presidente). Pretendo tenerla y ponerme a disposición para ayudarlos en todo lo que sea. Yo, gracias al gremio, estuve con los presidentes Bachelet y Piñera, con ministros. Te permite a ti ser un actor y eso no se puede perder.