DF Lab Opinión/ Minería y emprendimiento ético
"Ser protagonistas de dicho reto no significa sólo tener las industrias productivas en la región, sino que diseñar y entregar soluciones en materia de tecnología desde Atacama, el laboratorio natural de la industria".
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Cambio climático, eficiencia productiva, y ética. Son conceptos clave para los desafíos a los que deben responder los emprendedores de alto impacto en la minería, donde el llamado es a ser colaboradores en una industria cada vez más competitiva, sin dejar de lado el compromiso social y medioambiental, pues no podemos permitir un crecimiento a cualquier costo.
Las soluciones que requiere el sector productivo más importante del país apuntan a que éstas sean eficientes, sostenibles y tecnológicamente avanzadas para la próxima década. Y sin duda, estas pueden nacer perfectamente desde la región, donde ya existe una base y coordinación.
Ser protagonistas de dicho reto no significa sólo tener las industrias productivas en la región, sino que diseñar y entregar soluciones en materia de tecnología desde Atacama, el laboratorio natural de la industria y escenario idóneo para avanzar en transformaciones que ayuden a mitigar el impacto ecológico del sector minero, mejorar la eficiencia en las operaciones, y establecer una convivencia sana con las comunidades agrícolas de la zona con acciones que fortalezcan su posición en el mercado a nivel global.
Como Endeavor, comunidad sin fines de lucro de emprendedores –que, dicho sea de paso, se originó en Chile–, venimos trabajando junto a innovadores del norte del país desde hace más de una década, en conjunto con instituciones como Corfo Antofagasta y otras entidades afines del sector privado. Así, de forma mancomunada, hemos ido vinculando y potenciando a quienes piensan en grande y buscan retribuir al ecosistema desinteresadamente, desde una mirada sustentable y conectada con las preocupaciones e intereses de la ciudadanía.
Si bien a menudo se equipara el innovar y emprender con la generación de utilidades, estas acciones tienen una valorable la capacidad para potenciar la sociedad, estimulando el desarrollo social y económico. De hecho, en el ecosistema emprendedor convergen diversos actores involucrados en los procesos donde se fomenta la innovación, creación y el desarrollo de nuevas scaleups y soluciones que respondan precisamente a los desafíos éticos de una industria con altos estándares de producción, bajo impacto y externalidades. Más ahora que preocupaciones de primer orden –como el cambio climático– implican actuar de forma correcta, con empresas evolucionando de figuras de una cadena productiva, a actores con una gran responsabilidad social y medioambiental.
A modo de referencia, antes de que se instalara en la agenda país el uso de aguamar en procesos productivos o la capacidad de aprovechar una gota de agua hasta 10 veces como actualmente se hace, acá en la región ya se hacía, gracias a la respuesta de emprendedores de alto impacto locales. Si bien esto es un mero ejemplo, deja entrever cómo el ecosistema del norte de Chile ofrece múltiples ventajas como desafíos. Y frente a ello, el llamado es a innovar y escalar, pero también a crear las sinergias necesarias para que lleguemos a soluciones que aporten al bienestar de la sociedad conjuntamente.
Actualmente, uno de los sectores más importantes y tradicionales a nivel global, está evolucionando a la par de una sociedad que exige cambios, de la mano de innovaciones y nuevas tecnologías que agilizan y mejoran los procesos, desempeñando un papel significativo en la configuración de su futuro en Chile y el mundo. Por eso, los emprendedores locales están trabajando en las soluciones requeridas por la minería del pasado, y necesarias para la industria del presente y futuro.