Cuestionan vínculos de China con los “diamantes de sangre” en África
Por: | Publicado: Miércoles 15 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Toh Han Shih
Una organización no gubernamental británica ha expresado preocupación acerca de los negocios entre las empresas estatales de diamantes de Zimbabwe y una firma estatal china. Global Witness afirma que las operaciones aumentan los riesgos de corrupción y violencia en el convulsionado estado africano.
Los joint ventures, Anjin Investments y Mbada Diamonds poseen concesiones en los campos de diamantes de Marange en Zimbabwe, que son objeto de denuncias generalizadas sobre violaciones a los derechos humanos. Desde que fue descubierto en 2006, el sitio de 60.000 hectáreas es considerado el mayor hallazgo de diamante de la historia, lo que desató una oleada de mineros. Hugo Williamson, el director gerente de la consultora británica Risk Resolution Group, dijo que “los diamantes son una fuente importante de ingresos para el gobierno del presidente Robert Mugabe, y teniendo en cuenta su historial de represión política, debe plantear consideraciones relevantes. Mugabe tiene a algunos de sus aliados más cercanos en Asia, especialmente China”.
En diciembre Risk Resolution abandonó el proceso Kimberley, un mecanismo internacional diseñado para evitar que los denominados “diamantes de sangre” entren al mercado formal, denunciando su fracaso a nueve años de su lanzamiento.
El ejército de Zimbabwe tomó el control del campo “a través de medios violentos”, en 2008, asesinado a mineros que trabajaban en las pequeñas faenas.
Varios altos oficiales del ejército de Zimbabwe y de la policía participan en el directorio de Anjin, incluyendo al secretario de Defensa, Martin Rushwaya y al comisionado de policía, Oliver Chibage.
El reporte de Global Witness denunció que los ingresos generados por los diamantes de Anjin no son transparentes.
Una organización no gubernamental británica ha expresado preocupación acerca de los negocios entre las empresas estatales de diamantes de Zimbabwe y una firma estatal china. Global Witness afirma que las operaciones aumentan los riesgos de corrupción y violencia en el convulsionado estado africano.
Los joint ventures, Anjin Investments y Mbada Diamonds poseen concesiones en los campos de diamantes de Marange en Zimbabwe, que son objeto de denuncias generalizadas sobre violaciones a los derechos humanos. Desde que fue descubierto en 2006, el sitio de 60.000 hectáreas es considerado el mayor hallazgo de diamante de la historia, lo que desató una oleada de mineros. Hugo Williamson, el director gerente de la consultora británica Risk Resolution Group, dijo que “los diamantes son una fuente importante de ingresos para el gobierno del presidente Robert Mugabe, y teniendo en cuenta su historial de represión política, debe plantear consideraciones relevantes. Mugabe tiene a algunos de sus aliados más cercanos en Asia, especialmente China”.
En diciembre Risk Resolution abandonó el proceso Kimberley, un mecanismo internacional diseñado para evitar que los denominados “diamantes de sangre” entren al mercado formal, denunciando su fracaso a nueve años de su lanzamiento.
El ejército de Zimbabwe tomó el control del campo “a través de medios violentos”, en 2008, asesinado a mineros que trabajaban en las pequeñas faenas.
Varios altos oficiales del ejército de Zimbabwe y de la policía participan en el directorio de Anjin, incluyendo al secretario de Defensa, Martin Rushwaya y al comisionado de policía, Oliver Chibage.
El reporte de Global Witness denunció que los ingresos generados por los diamantes de Anjin no son transparentes.