Beijing recae en su adicción a las inversiones para impulsar el PIB
La ronda previa de estímulo produjo proyectos “elefantes blancos” y dejó a los bancos cargados con préstamos malos.
Por: | Publicado: Martes 17 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Jane Cai en Beijing
El compromiso del primer ministro Wen Jiabao de hacer algo “notable” e “inspirador” pronto para revivir la confianza de los inversionistas en la economía, tiene a los observadores de China deliberando sobre qué exactamente tiene en mente el gobierno.
Su conclusión es que además de aumentar las inversiones en varios sectores, incluyendo el acero, donde ya existe sobrecapacidad, Beijing relajará algunas de las medidas de control que implementó para desinflar burbujas de activos que se formaron por el paquete de estímulo por 4 billones (millones de millones) de yuanes (US$ 627 mil millones) posterior a 2008, y ya ha relajado discretamente las restricciones en el sector inmobiliario.
La ronda previa de estímulo produjo “elefantes blancos” y dejó a los bancos cargados con préstamos incobrables. El riesgo de otra, aunque menor, ronda de estímulo es que puede crear más de lo mismo, advierten economistas.
“Las políticas de estabilidad del crecimiento incluyen el impulso del consumo y la diversificación de exportaciones, pero actualmente, lo que es importante es promover un crecimiento razonable en la inversión”, dijo Wen en un comunicado subido al sitio web del gobierno que detallaba comentarios que realizó la semana pasada a economistas y empresarios.
En aquellas reuniones, pidió una implementación mejorada de las guías que se usan para incentivar la inversión privada en industrias como los ferrocarriles, energía y telecomunicaciones, además de infraestructura, salud y educación municipal.
Sus comentarios son la última señal de que Beijing está volviendo a su fuerte dependencia en las inversiones para impulsar el desarrollo económico, una solución rápida, pero un modelo de desarrollo que se comprometió a cambiar antes de que la crisis de deuda de Europa comenzara a golpear a la economía global.
“Hay una baja probabilidad de que se implementen efectivamente medidas de reforma fundamentales en el corto plazo”, aseguró Ha Jiming, vicepresidente de la división de administración de inversiones de Goldman Sachs para China.
En cambio, afirmó Ha, “es altamente probable que el gobierno relaje explícitamente e implícitamente las medidas de control que ha introducido desde 2012; la estabilidad es la primera prioridad. Si no hay crecimiento, no hay estabilidad”.
El compromiso del primer ministro Wen Jiabao de hacer algo “notable” e “inspirador” pronto para revivir la confianza de los inversionistas en la economía, tiene a los observadores de China deliberando sobre qué exactamente tiene en mente el gobierno.
Su conclusión es que además de aumentar las inversiones en varios sectores, incluyendo el acero, donde ya existe sobrecapacidad, Beijing relajará algunas de las medidas de control que implementó para desinflar burbujas de activos que se formaron por el paquete de estímulo por 4 billones (millones de millones) de yuanes (US$ 627 mil millones) posterior a 2008, y ya ha relajado discretamente las restricciones en el sector inmobiliario.
La ronda previa de estímulo produjo “elefantes blancos” y dejó a los bancos cargados con préstamos incobrables. El riesgo de otra, aunque menor, ronda de estímulo es que puede crear más de lo mismo, advierten economistas.
“Las políticas de estabilidad del crecimiento incluyen el impulso del consumo y la diversificación de exportaciones, pero actualmente, lo que es importante es promover un crecimiento razonable en la inversión”, dijo Wen en un comunicado subido al sitio web del gobierno que detallaba comentarios que realizó la semana pasada a economistas y empresarios.
En aquellas reuniones, pidió una implementación mejorada de las guías que se usan para incentivar la inversión privada en industrias como los ferrocarriles, energía y telecomunicaciones, además de infraestructura, salud y educación municipal.
Sus comentarios son la última señal de que Beijing está volviendo a su fuerte dependencia en las inversiones para impulsar el desarrollo económico, una solución rápida, pero un modelo de desarrollo que se comprometió a cambiar antes de que la crisis de deuda de Europa comenzara a golpear a la economía global.
“Hay una baja probabilidad de que se implementen efectivamente medidas de reforma fundamentales en el corto plazo”, aseguró Ha Jiming, vicepresidente de la división de administración de inversiones de Goldman Sachs para China.
En cambio, afirmó Ha, “es altamente probable que el gobierno relaje explícitamente e implícitamente las medidas de control que ha introducido desde 2012; la estabilidad es la primera prioridad. Si no hay crecimiento, no hay estabilidad”.