Argentina y Brasil acuerdan controles cambiarios conjuntos
La decisión la tomaron las delegaciones que asistieron a la reunión anual del FMI y el Banco Mundial que se realizó el fin de semana.
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Argentina y Brasil decidieron unir fuerzas para enfrentar la
creciente volatilidad cambiaria. Según informaciones publicadas ayer,
ambos países están monitoreando de manera conjunta la evolución del tipo
de cambio, de modo de emprender acciones coordinadas que permitan
restringir el ingreso de capitales especulativos a ambos mercados.
De
acuerdo con el medio trasandino ambito.com, la decisión la tomaron las
delegaciones que asistieron a la reunión anual del Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial que se realizó el fin de semana en
Washington, EE.UU.
El ministro de Economía argentino, Amado
Boudou, y la presidenta del banco central, Mercedes Marcó del Pont,
coincidieron en que el actual escenario externo, caracterizado por las
bajas tasas de interés en las naciones industrializadas, continuará en
los próximos meses, por lo que se mantendrá el alto flujo de ingreso de
capitales hacia los países en desarrollo.
Ante esta situación,
los funcionarios argentinos y brasileños decidieron que esta semana se
realice un diagnóstico de cada país. Si la apreciación del peso
argentino y el real frente al dólar continúa, no se descarta una cumbre
de funcionarios de ambas naciones para definir medidas conjuntas.
Falta de consenso
Argentina
y Brasil tomaron la decisión de actuar de forma conjunta luego de que
el FMI no lograra aunar posiciones entre países como Estados Unidos,
Japón y China, para llegar a un consenso respecto de la actual situación
cambiaria.
Japón realizó el mes pasado su primera intervención
del tipo de cambio desde 2004, y Estados Unidos está aumentando las
presiones sobre China acusándola de mantener la moneda artificialmente
baja, pese a que el país ya terminó con la fijación del yuan con el
dólar.
A eso se suman las medidas que ya han tomado países como
Tailandia, Perú, Colombia y Brasil para contener la apreciación de sus
monedas.
El ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega,
describió esta situación como una "guerra cambiaria", antes de la cita
en Washington.
En la reunión del fin de semana, el Fondo aseguró
que se debe dejar funcionar al mercado, lo que las autoridades
argentinas y brasileñas interpretaron como que los mercados emergentes
deben dejar que sus monedas se aprecien frente al dólar.
Una
decisión en este sentido, argumentaron, tendría un impacto negativo en
la economía, ya que reduciría la competitividad de las exportaciones.
En Argentina, el encaje del 30% al ingreso de capitales financieros no se abolirá, como pedía la bolsa local.