El pesimismo del empresariado local frente al ambiente de reformas y el bajo crecimiento económico fue tema de debate esta semana.
Y en medio de este escenario, el presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio en Chile (Camacoes), José María Castillero, deja en claro que el vínculo entre las dos naciones está "en su mejor momento".
Y para demostrarlo, destaca que el año pasado Chile fue el principal receptor de los capitales españoles en la región, con 29% de la inversión total. "Sigo pensando que los años que vienen la inversión seguirá subiendo", sostiene.
- En medio del ambiente reformista, ¿los empresarios españoles mantienen su optimismo hacia Chile?
- Sí, porque es una influencia que la política ha generado en la inversión y eso va a desaparecer. De hecho, el gobierno es muy consciente de que debe seguir impulsando la inversión y cuando las reformas dejen de ser titulares de los periódicos, la inversión va a subir. Hay una cosa fundamental: Chile, para el inversor, sigue siendo el país ideal para montar su sede regional desde donde seguir haciendo negocios y eso no va a cambiar.
- ¿No genera ruido que las perspectivas apuntan a que a 2017 habrá cuatro años con crecimientos en torno a 2%?
-Puede existir gente pesimista que dice que Chile está mal, con una visión corta de meses y no de años, pero hay que tener en cuenta que si el crecimiento de Chile en 2016 va a ser de 2%, el de la región va a ser 0,7%. Entonces, para cualquier inversor Chile sigue siendo un punto perfecto donde establecerse, iniciar relaciones y expandirse.
- El crecimiento moderado de la economía chilena, ¿es algo transitorio?
- Mucha gente dice que Chile es el país más europeo de Sudamérica y es bastante cierto, pero Chile tiene que ser consciente de esto: en Europa, un país que crezca 3% es una maravilla. Chile tiene que acostumbrarse a crecer entre 2% y 3% porque ya es un país bien consolidado. Se puede discutir si está en la última fase del subdesarrollo o en las primeras fases del desarrollo, pero es un país absolutamente consolidado, demócrata, con seguridad fiscal, legal y eso cuando se sigue diciendo por 20, 30 años, es porque es verdad.
- En esa visión, ¿influyen los cambios constitucionales que está impulsando actualmente el gobierno?
- Las reformas constitucional, tributaria, laboral y el cambio permanente en la educacional -que es un vicio mundial-, son temas que afectan y obviamente que los inversores estudian cómo puede impactarles.
Pero esas reformas quedarán establecidas y dentro de meses o un año ya no serán el problema principal para que un inversor quiera venir o no.
Unión es poder
- El sentimiento de los empresarios locales, ¿es más pesimista de lo que debería ser?
- Llevo en Chile 21 años, por lo tanto mi corazón es medio chileno y, a veces, veo en el chileno un toque siempre pesimista de desconfianza de lo que viene y hacia muchos aspectos de la política y la economía. Eso tiene una parte negativa, porque ser pesimista nunca es bueno, pero también es relativamente positivo a la hora de tener prudencia cuando vas a invertir.
Pero en este mundo global, con empresas dirigidas por buenos empresarios -como los hay en Chile- saben que tienen que crecer, expandirse, internacionalizarse.
- Esta semana el ministro de Hacienda llamó a "trabajar más y lloriquear menos". ¿Cómo recibe estos dichos?
- A mí desde luego no me gusta para nada, pero supongo que hay un motivo ahí, de incentivar. Creemos que uno de los caminos fundamentales para que un país crezca y para que sus empresas crezcan es generar redes público-privadas poderosas. Si el gobierno y las empresas están trabajando juntos en proyectos, es uno de los caminos más fáciles de eliminar paro, enriquecer a las empresas y que eso signifique dinero en los bolsillos de todos los ciudadanos.
Si los políticos y los empresarios nos estamos peleando, pues malamente vamos a generar esas redes, que son absolutamente necesarias. Chile y España es un ejemplo del éxito de estas relaciones, todo el sistema de concesiones ha sido un ejemplo clarísimo de cómo las redes público-privadas enriquecen un país, Chile debería retomar la senda de las concesiones como vía de desarrollo y crecimiento.
- ¿En qué sectores ven mayores oportunidades en Chile?
- Las empresas de infraestructura españolas han estado presentes en Chile desde hace ya varios años, se han internacionalizado en la región usando a Chile como plataforma.Luego de ese boom, está viniendo la segunda ola: empresas de ingeniería y de consultoría, servicios auxiliares. También en el ámbito de la energía, ya que en energías renovables, eólica, fotovoltaica y biomasa, España está siendo súper activa, especialmente las pymes.
De los 300 socios de la Cámara, 10% son empresas grandes y el resto son pymes, y en términos de inversión el aporte de las pymes es cada vez más alto. Algunas han regresado a España, pero la mayoría ha tenido éxito y el siguiente paso es la internalización dentro de la región y nuestra labor es apoyarlos en eso.