Con éxito terminó el proceso de licitación para suministrar energía eléctrica a clientes regulados por los próximos 20 años, a partir de 2021. Prácticamente la totalidad de los 12.430 GWh/año ofrecidos fueron adjudicados (lo que constituye cerca de un tercio del consumo regulado actual), alcanzando un precio promedio de US$ 47,6 por megawatt-hora. Este precio representa una baja sustancial respecto de la última licitación importante realizada a fines del 2014 (-52%) y debiera traducirse, de acuerdo con estimaciones de la autoridad, en una baja de precios de la cuenta de la luz cercana a 20% a 2021.
Resulta destacable que 50% de la energía licitada fue adjudicada a proyectos nuevos, los que mayoritariamente correspondieron a tecnologías eólicas (37%) y solares (30%). Es así como se espera que estas fuentes representen del orden de 15% del parque eléctrico, lo que impone algunos desafíos para el sistema dada la intermitencia de su generación. Por el contrario, la licitación dejó fuera a varias de las principales generadoras eléctricas del país, situación que se vio inmediatamente reflejada en su valor bursátil. Lo anterior respondió al hecho que parte de los contratos vigentes de estas empresas vencerían en los próximos años, lo cual no solo les deja expuestos a la venta en el mercado spot, sino que augura una dura competencia por atraer demanda de los clientes libres.
En este contexto, resulta importante destacar el dinamismo competitivo que adquirió el mercado eléctrico, en virtud de las modificaciones incorporadas al proceso de licitación, la reducción de costos y el desarrollo tecnológico.