Al dar a conocer el más reciente informe Cuentas Nacionales de Chile, el Banco Central ha informado que durante el segundo trimestre del año, la actividad económica registró un alza interanual de 1,5%, con lo que acumuló un avance de 1,9% en el semestre, variaciones que si bien fueron un poco mejor que lo que había estimado el mercado, han confirmado la debilidad por la que transita la economía nacional y que se espera se extienda al próximo año.
Según indicó, en términos desestacionalizados el Producto Interno Bruto (PIB) registró una caída trimestral de 0,4%. El segundo trimestre tuvo un favorable efecto calendario debido a que hubo tres días hábiles más que en igual período de 2015.
En el segundo trimestre, el principal impulso provino de la actividad servicios personales, seguida de comercio. Por el contrario, el mayor efecto negativo se registró en minería y, en menor medida, en industria. Asimismo, la demanda interna -que en los primeros años de la década fue uno de los motores de la economía nacional- aumentó 1,4% en doce meses, cerrando el semestre con un alza de 1,3%.
Se trata de cifras que mantienen en el foco la urgencia de pasos concretos para avanzar en una reactivación.