Editorial

Negociaciones colectivas en la minería

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Uno de los cambios más trascendentales que ha enfrentado nuestro país en los últimos años es el fin del súper ciclo de los precios del cobre y la transformación en los negocios que eso ha exigido a las compañías mineras, que disfrutaron de una bonanza que por mucho tiempo pareció inagotable.

Las negociaciones colectivas que han tenido grandes operaciones mineras (como Chuquicamata, de Codelco; Escondida, de BHP, y ahora último Collahuasi, de Anglo American y Glencore), dan cuenta de que este proceso de adaptación a la nueva realidad no es fácil ni evidente, y que los caminos escogidos pueden ser muy variados.

No está claro, casi nunca lo está, cuál será el precio del cobre en un horizonte de uno, dos o tres años, pero algo de consenso existe en que no volverá a ubicarse en el borde de los US$ 5 por libra. La baja llegó para quedarse por un tiempo.

Las condiciones cambiaron y la aproximación tanto de las compañías como de las organizaciones sindicales deberá adecuarse a ello lo más rápido posible, si el objetivo, como puede esperarse, es lograr un win-win en el que las partes aseguren una relación de largo plazo con focos en la productividad y la sostenibilidad.

La negociación adelantada que concretó Minera Collahuasi con sus trabajadores es una muestra de que pueden alcanzarse acuerdos satisfactorios para quienes están en lados distintos de la mesa. Es más significativa aún si se considera que es la primera de esa envergadura que se desarrollaba con plena vigencia de la nueva ley laboral.

Una lección, de varias que pueden extraerse, es que el diálogo y el respeto son claves para lograr entendimientos.

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